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La mujer detenida por el crimen de Borja Villacís ingresa en prisión tras negarse a declarar

Agentes de la Policía Nacional trabaja en el lugar de los hechos, en el kilómetro 6 de la M-612, en la carretera de Fuencarral-El Pardo. | Fuente: Alejandro Martínez Vélez / EP.

La investigación sigue abierta y se están cotejando huellas, pruebas de ADN y recabando testimonios de testigos e imágenes de cámaras de seguridad

El juez de Instrucción número 38 de Madrid, en funciones de guardia de detenidos, ha ordenado el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, de la mujer de 52 años detenida el pasado martes por su presunta implicación en el asesinato a tiros de Borja Villacís, tras haberse negado a declarar.

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) en un comunicado, la calificación inicial de los hechos queda a expensas del resultado de la investigación, de la que ya se encarga el juzgado de Instrucción número 19.

Por otro lado, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Illescas (Toledo) ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para Kevin P.E., otro de los detenidos por el crimen de Borja Villacís.

Junto a Kevin P.E., otra persona, I.E.B., ha sido puesta a disposición judicial tras su detención en Yuncos (Toledo), prestando declaración también ante el Juzgado de Instrucción de Illescas, en funciones de guardia, según han informado fuentes judiciales de Castilla-La Mancha a Europa Press.

El día del crimen

María José E.J., la mujer de 52 años y nacionalidad española, fue localizada en un lavadero de coches situado en la plaza Elíptica de Madrid después de ser grabada cambiando las placas de la matrícula junto a un descampado de la carretera de Fuencarral al Pardo minutos después del asesinato.

La Policía tiene acreditado que conducía ese vehículo, un BMW que resultó abollado en la escena del crimen y con los airbags explotados. En el descampado se le vio con otras dos personas más jóvenes, a las que María José acercó en el coche hasta la escena del crimen.

Uno de ellos sería su hijo Kevin P.E., de 24 años, una de las personas que dispararon a Borja y a su amigo Luis F.A., español de 27 años, quien aún se recupere en el hospital Fundación Jiménez Díaz de las heridas de bala no mortales que recibió en la cabeza. Esta persona ya ha proporcionado información muy relevante a la Policía sobre el caso, ya que su vida no corre peligro.

Kevin fue arrestado en el mediodía del jueves en Yuncos (Toledo) junto a su compinche Ismael E.I.V., un ciudadano de origen marroquí de 24 años, en el momento en el que se iban a cambiar de guarida, según las mismas fuentes. La Policía cree que se trata del otro pistolero del martes, pero no lo tiene totalmente acreditado.

Cotejo de pruebas

Por ello, y ante la falta de colaboración en las declaraciones a las que están siendo sometidos en la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, están cotejando huellas, pruebas de ADN y recabando testimonios de testigos e imágenes de las cámaras de seguridad. También será de vital importancia los mensajes de sus móviles y sus posicionamientos en el momento de los hechos y posterior huida.

Por ello, la investigación continúa abierta, ya que Ismael podría haber ejercido solo de encubridor y, por tanto, quedaría uno de los asesinos por detener. Además, queda pendiente de conocerse si alguna persona recogió a los dos tiradores en el entorno norte de la M-40 para trasladarles a Yuncos. Los agentes han de dilucidar también el papel de un coche azul, que circulaba en la retaguardia, al que citan algunos testigos presenciales y que podría haber llevado a Luis al hospital.

Los agentes arrestaron el miércoles también a una cuarta persona, Omar, otro ciudadano de origen marroquí con el que estaban en ese momento con Kevin e Ismael. Pero, una vez comprobado que no tenía relación con el homicidio material, quedó en libertad con cargos, al dar cobijo a los supuestos asesinos en la casa okupa en la que vivía con su compatriota.

Los agentes del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid también están analizando las causas de lo ocurrido. Cada vez tienen más claro que Borja Villacís no era el objetivo de los detenidos, quienes iban fuertemente armados en lo que creen fue una emboscada. Se sospecha que Villacís acudió a la cita como mediador o acompañante de sus amigos y el clan de los toledanos debido a problemas derivados de una denuncia contra Kevin por destrozar un coche. Sin embargo, no descartan algún asunto de narcotráfico, ya que varios de los involucrados tienen antecedentes en este ámbito.

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