El Ministerio del Interior tiene registrados 104.981 casos activos de violencia de género en España, según datos de su sistema VioGén. De ellos, 54.163 mujeres tienen menores a su cargo. Esto significa que prácticamente la mitad de las víctimas son madres o tutoras de hijos que también pueden verse afectados por la violencia.
Aunque el número de casos activos ha descendido ligeramente respecto al mes anterior, 528 menos, la cifra sigue siendo alarmante. De estas mujeres, 18 se encuentran en riesgo extremo, 987 en alto, 14.855 en riesgo medio y 89.121 en bajo. Los datos reflejan que la violencia no distingue edad: 1.349 víctimas son menores de 18 años, 26.231 tienen entre 18 y 30 años, 48.703 entre 31 y 45, 26.229 entre 46 y 64, y 2.469 son mayores de 65 años.
Los menores que dependen de estas mujeres están expuestos a situaciones graves. Interior informa que 1.435 niños y niñas se encuentran en riesgo de sufrir agresiones por parte del agresor de su madre. De estos, dos casos son de riesgo extremo, 121 en alto y 1.312 en medio. Los expertos advierten que en estas situaciones se detecta una combinación de indicadores que puede hacer que la violencia se extienda hacia los menores.
Dentro de los casos con menores a cargo, hay 12.085 catalogados como de “especial relevancia”. Esto implica que la probabilidad de que el agresor ejerza violencia muy grave o letal sobre la víctima es significativamente mayor. De estos casos, 18 están en riesgo extremo, 921 en alto y 11.146 en medio. La estadística evidencia la gravedad de muchas de estas situaciones, donde la protección de los menores es tan urgente como la de sus madres.
Por comunidades autónomas, Andalucía lidera el número de casos activos con 27.257, seguida de la Comunidad Valenciana (17.886), Madrid (12.818), Canarias (6.652) y Galicia (6.161). Le siguen Murcia (5.810), Castilla-La Mancha (5.671), Castilla y León (5.579), Baleares (4.295), Extremadura (2.940), Aragón (2.533), Asturias (2.192), Navarra (2.092), Cantabria (1.636), La Rioja (947), Ceuta (276) y Melilla (236).
Estas cifras muestran que la violencia machista es un problema extendido por todo el país. No solo afecta a las mujeres, sino también a sus hijos e hijas, que muchas veces se convierten en víctimas indirectas de la misma violencia. La atención y protección inmediata a estos casos sigue siendo una prioridad.