La ministra de Igualdad, Ana Redondo, pidió disculpas este miércoles a las víctimas de violencia de género por los fallos en las pulseras telemáticas que protegen a mujeres frente a maltratadores. Admitió que los problemas generaron “ruido” y preocupación, algo que solo aumenta la ansiedad en situaciones ya difíciles.
Durante su intervención en el Pleno del Senado, Redondo subrayó que la prioridad del Ministerio es garantizar la seguridad de las víctimas. Anunció además que se ha iniciado una investigación interna exhaustiva para esclarecer qué falló y, en caso necesario, exigir responsabilidades.
La ministra recordó que el sistema Cometa, encargado del seguimiento de los maltratadores, sigue siendo un mecanismo avanzado y eficaz. Aseguró que hasta finales de agosto había 4.730 mujeres protegidas y que el Sistema VioGén contaba con más de 105.000 casos activos en más de 800 municipios. Sin embargo, reconoció que “el riesgo cero no existe” y que siempre hay margen de mejora en la protección.
Redondo también defendió la importancia de mantener la violencia de género como un asunto de consenso y no de enfrentamiento político. Criticó las afirmaciones que pusieron en duda la fiabilidad del sistema y reiteró que la protección de las víctimas debe estar por encima de cualquier interés partidista, según ha publicado Europa Press.
Sobre los errores detectados, la ministra explicó que se produjeron durante la migración de datos entre empresas proveedoras del servicio. Aclaró que la transición se realizó sin interrupciones y con formación específica para el personal encargado. Aunque admitió que “pueden surgir incidencias”, destacó que existe un protocolo que permite solucionarlas rápidamente.
Actualmente, afirmó, el sistema opera con normalidad y mayor seguridad que antes. No se han registrado excarcelaciones relacionadas con problemas en la geolocalización de las pulseras. Además, se implementó un plan de seguimiento para detectar mejoras y reforzar la protección de las víctimas.
De cara al futuro, el Ministerio trabaja en los pliegos del próximo concurso, cuyo contrato empezará tras mayo de 2026. Entre las novedades, se exige una aplicación en tiempo real para la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, personal especializado, módulos de gestión de quejas y configuraciones personalizadas de los dispositivos.
Con estas medidas, la ministra busca reforzar la confianza en el sistema y garantizar que las víctimas de violencia de género cuenten con la protección que merecen. Aunque reconoce que ningún sistema es infalible, insiste en que la seguridad de las mujeres sigue siendo la prioridad absoluta del Gobierno.