La mujer denuncia que el director le dijo a su hijo que “si tuviera que trasladar a todos los que te llaman gay tendría que trasladar a todos los que llaman putas a las funcionarias”
Conmocionada y rota por el dolor, la madre del enfermero de la prisión de Alcalá-Meco que se ha suicidado, víctima, al parecer, de acoso laboral y por su condición de homosexual, sostiene que tras la muerte de su hijo hay responsables, y los señala.
El enfermero ha dejado una carta en la que explica su suicidio en el maltrato personal al que se ha visto sometido en los últimos meses por parte del director del centro, José Comerón, y sus colegas del área de Enfermería.
En el escrito asegura que ha sido víctima de insultos por parte del director Comerón, al que tacha de “machista y homófobo”, y asegura que en ocasiones le dijo a él y a otras personas que exhibía “demasiada pluma”, según confirmó a FUENTES INFORMADAS su propia madre.
Esta asegura en un audio al que ha tenido acceso este periódico, que “el director se había metido con su hijo por su homosexualidad alguna que otra vez, y por su forma de vestir. Es un machista -relata- porque le había dicho a mi hijo que si tuviera que cundar (trasladar) a todos los que te llaman gay tendría que cundar a todos los que llaman putas a las funcionarias”.
“Hay muchos casos de acoso”
“He perdido a mi hijo por injusticias de esas. No hacen caso al acoso y hay muchos casos en España”, agrega en su testimonio en el que lamenta que los jefes no hagan nada y que en este caso la Inspección no haya hecho nada; ni se ha molestado. “Cerraron el caso y mi hijo no lo superó. Hecho la culpa al director, a las enfermeras y a la Inspección”, declara esta mujer convencida de que ha sido determinante para que su hijo se quite la vida que Inspección de Prisiones desestimara su denuncia sobre lo vivido en la prisión de Alcalá-Meco. Entiende, además, que si se cierra en falso un caso como éste, entonces el mensaje que se traslada es que “el acoso puede seguir cuando le dé la gana a la gente con un poco de poder y así estamos, así es España”.
La víctima trabajó en la enfermería de Alcalá Meco durante unos dos años y medio, pero el pasado junio se trasladó a la de Navalcarnero huyendo del acoso sufrido en la de Meco y de hecho en su carta de despedida se refiere a sus duras vivencias en la prisión de Meco hasta junio como causante de su triste decisión de quitarse la vida.
“Le hicieron el vacío”
En el caso de las dos enfermeras compañeras de su hijo, cree que le hicieron el vacío pero no tanto por su condición de homosexual como por cuestiones laborales de procedimientos con los que no estaba de acuerdo. “Una cosa es que estén llamando maricón y tengas pluma y otra el acoso laboral” y que te hagan la vida imposible, señala la mujer, convencida de que con su hijo se han dado las dos circunstancias y apunta directamente a la responsabilidad del director de la prisión, del que critica además que siga en el cargo después de que un preso se escapase de su cárcel.
CC OO exige que se investigue
Por su parte, la Sección Estatal de Instituciones Penitenciarias de Comisiones Obreras, ha hecho público un comunicado en el exige que se abra “una investigación exhaustiva de todo lo relacionado con este accidente laboral” y la veracidad de lo expresado en la noticia adelantada en exclusiva por este periódico.
El sindicato se suma así al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha trasladado a este medio su decisión de investigar los hechos.
“Ante la gravedad de los hechos acerca de un accidente laboral por suicidio de un trabajador penitenciario del centro penitenciario de Alcalá Meco, desde CC OO solicitamos que se proceda a una investigación exhaustiva de todo lo relacionado con este accidente laboral”, señala el comunicado, en el que agrega que desde CC OO no han cesado en ningún momento en denunciar que “existen déficits muy importantes en la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos laborales en Instituciones Penitenciarias”, que nos hubiera permitido desarrollar estrategias frente a los riesgos a los que se ven expuestos los trabajadores y trabajadoras penitenciarios.
Un riesgo que hay que prevenir
El sindicato sostiene que “lamentablemente el suicidio es un riesgo laboral que debe de ser abordado con la ley y estrategias preventivas, generando mecanismos de protección para el personal afectado y evitando los factores que desencadenen el riesgo, que como ha corroborado el Tribunal Supremo, pueden ser desencadenantes de un accidente laboral de graves consecuencias”.
Al exigir que se proceda a realizar una investigación exhaustiva, el sindicato reclama que en la misma se tengan en cuenta:
—La verificación de las denuncias supuestamente presentadas ante la Institución por parte del trabajador afectado, en lo referido a las presuntas vejaciones, hostigamiento por su forma de vestir, y acoso por su orientación sexual. Y qué tipo de medidas se adoptaron ante la misma.
—Si la Inspección Penitenciaria ha elaborado un informe sobre este particular y la resolución que le haya dado al mismo en base a los hechos que hayan podido ser probados.
—Si por parte del Servicio de Prevención se ha efectuado una evaluación de riesgos psicosociales conforme a lo legalmente establecido en la Ley 31/1995.
—De haberse tenido conocimiento de lo denunciado, si se ha procedido a la apertura del procedimiento establecido en el Real Decreto 247/2024, de 8 de marzo, por el que se aprueba el Protocolo de actuación frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo en el ámbito de la Administración General del Estado y de sus organismos públicos.
A partir de ahí el sindicato se muestra convencido de que se adoptarán todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos denunciados.
Denuncia por homofobia
El enfermero, cuyo nombre empieza por la inicial S., denunció hace meses ante la inspección de la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarios, que dirige Ángel Luis Ortiz González, las coacciones de sus compañeros y las continuas vejaciones a las que le sometía el director José Comerón. “Se metía con su vestimenta y no se reprimía a la hora de llamarle maricón”, destacó la madre.
El sanitario denunció por homofobia y trato sumamente descortés tanto al director como a dos enfermeras colegas suyas.
El enfermero se quitó este domingo la vida en su domicilio a base de pastillas, justo después de que los servicios de Inspección de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias archivarán hace unos días la citada denuncia contra Comerón y las otras dos sanitarias de Meco que, según cuenta la madre, también le insultaban e igualmente “le hacían la vida imposible”.