La líder del equipo de investigación de ‘The Future of English’, Mina Patel, afirma que el inglés no puede ser catalogado únicamente como una lengua extranjera
La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de fomentar un aprendizaje de idiomas “menos intrusivo y más diverso”, lo que facilita un mejor acceso para alumnos neurodiversos. Como aquellos con autismo, dislexia o déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y aquellos que experimentan disparidades entre su habilidad oral y escrita en inglés.
Según el estudio The Future of English: Global Perspectives del British Council, la visión inclusiva del aprendizaje del inglés es cada vez más esencial. La investigación se basa en las conclusiones de mesas redondas con la participación de 92 expertos y responsables de políticas educativas de 49 países. Los especialistas subrayan la creciente demanda de materiales accesibles y la necesidad de un enfoque inclusivo.
El informe resalta los beneficios de la IA en la enseñanza de idiomas, como la tutoría inteligente, la personalización de contenidos adaptados a necesidades individuales, la retroalimentación automática, la escalabilidad, la inmediatez y la superación de barreras geográficas. Además, destaca la transformación de la experiencia de aprendizaje mediante la interactividad y la gamificación.
Según Mina Patel, directora del grupo de investigación de The Future of English, el inglés ya no puede considerarse simplemente como una lengua extranjera. Se convierte en una competencia intercultural necesaria para la comunicación diaria en un mundo multilingüe, donde las identidades nacionales se ven moldeadas por la diversidad de lenguas y culturas.