Este 22 de octubre coincidieron dos acontecimientos con un mismo protagonista indirecto: Mario Vargas Llosa. Mientras Isabel Preysler presentaba en Madrid su libro Mi verdadera historia, la Cátedra Vargas Llosa celebraba en Cáceres la VI Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, un homenaje al Nobel peruano. La coincidencia de fechas y, sobre todo, la inclusión en el libro de ocho cartas personales que el escritor le envió a Preysler, generaron una gran incomodidad en el entorno familiar del autor.
Según el programa El tiempo justo, una persona cercana a Álvaro Vargas Llosa, hijo del Nobel, aseguró que la familia está “muy cabreada” con la publicación de esas cartas. “Consideran que se ha empañado el homenaje con las memorias”, explicó el reportero Álex Álvarez. La mayor molestia proviene de la difusión de correspondencia que Álvaro califica como “muy íntima”. De hecho, el entorno del escritor estaría “estudiando demandar a Isabel Preysler”. En palabras del propio Álvaro: “Lo que ha hecho Isabel Preysler es un auténtico desprestigio a su padre”.

Durante la Bienal, Álvaro Vargas Llosa evitó pronunciarse sobre el libro por recomendación de sus abogados y prefirió centrarse en el carácter cultural del evento. “Este ha sido un hermoso acto cultural y una gran fiesta de la cultura y la libertad”, declaró ante los medios. Sin embargo, la polémica por la publicación de las cartas habría ensombrecido el ambiente festivo entre los allegados al escritor, según fuentes cercanas al evento.
El libro de Isabel Preysler ha despertado un gran interés mediático, especialmente por el capítulo final, donde se reproducen fragmentos de ocho cartas que Vargas Llosa le escribió durante los casi ocho años que duró su relación. Entre ellas, destaca la que ella envió en diciembre de 2022 para poner fin a la historia, descrita por algunos medios como “contundente”. Preysler ha asegurado que su objetivo era “contar su verdad y cerrar una etapa”, aunque la familia del escritor considera que se ha vulnerado su intimidad.
Por ahora, no existe confirmación oficial sobre posibles acciones legales, pero el hecho de que la familia esté “estudiando demandarla” mantiene la tensión. La controversia ha dado un giro inesperado al lanzamiento del libro, que Isabel ha presentado con serenidad, acompañada por su hija Tamara Falcó. Mientras tanto, el entorno de Vargas Llosa guarda silencio público, aunque deja entrever su profundo malestar por lo que consideran una exposición innecesaria de la vida privada del Nobel.