Manuel Cortés tuvo el honor de ser el padrino del bebé y se mostró visiblemente emocionado durante la ceremonia
La familia Bollo celebró este sábado en Sevilla un día lleno de emociones con el bautizo de Miguel Lara Cortés, el segundo hijo de Alma Cortés Bollo. Rodeados de amigos y familiares, la ocasión fue todo un evento que quedará grabado en la memoria de los asistentes. La alegría y la unión familiar marcaron la jornada, aunque no faltaron algunas ausencias destacadas, como la de Kiko Rivera, primo de Manuel Cortés, quien no acudió al acto a pesar de su cercana relación con varios miembros de la familia.
Según informa Chance, Alma se mostró radiante y no escatimó en palabras de agradecimiento al recibir a los medios. “Estoy muy bien, muy contenta, con muchas ganas de celebrar y súper agradecida con todo”, comentó la joven madre, reflejando la felicidad del momento. Por su parte, Manuel Cortés fue preguntado sobre la ausencia de su primo Kiko y dejó claro que siempre será bien recibido. “Pues no lo sé, no lo sé exactamente, pero vamos, esta es su casa, como siempre”, respondió, en un tono conciliador y amable que reflejaba el espíritu de la celebración.
Un padrino emocionado
La emoción del día también quedó reflejada en las palabras de Manuel al hablar de su experiencia como padrino de Miguel. “Sí, muy orgulloso, la verdad que es mi primera experiencia como padrino, y la verdad que me siento muy emotivo, y la verdad que me siento muy bien”, expresó con sinceridad, mostrando su alegría por desempeñar este papel tan especial.
Además de los miembros de la familia, el evento contó con la presencia de amigos cercanos, entre ellos Amor Romeira, quien no dudó en apoyar a Alma en un día tan significativo. La fiesta se desarrolló en un ambiente festivo y cálido, reflejando la unión y los valores familiares que caracterizan a los Bollo. Este bautizo se convirtió en una fecha para el recuerdo, donde el pequeño Miguel fue el gran protagonista de una jornada inolvidable.