La candidata se presenta como la opción moderada, a pesar de su defensa del envío de armas a Ucrania y su cercanía con Israel
La actual vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se enfrentará el próximo 5 de noviembre al expresidente Donald Trump en una contienda electoral que resolverá una de las campañas más intensas que se recuerdan en el territorio norteamericano.
La candidata demócrata podría marcar un hito en la historia del país, convirtiéndose en la primera mujer presidenta. Harris, que se presenta como la opción más sólida ante un rival que describe como un “peligro” para el país, ha centrado su campaña en la defensa de la “libertad”, enfatizando su respeto por la ley y la justicia social.
Harris ha logrado varios hitos a lo largo de su trayectoria, siendo la primera senadora indo-afroamericana y la primera mujer en ocupar el cargo de fiscal general de California. Su vida personal refleja el sueño americano; nacida en Oakland, California, de madre india y padre jamaicano, creció en un entorno diverso y se benefició de programas de integración escolar. Su pasión por el activismo se ha mantenido constante a lo largo de su vida, y se ha comprometido a defender a los más desfavorecidos.
Política exterior continuista
En el ámbito internacional, Harris respalda las políticas de la administración Biden, defendiendo el suministro de armas a Ucrania para combatir la invasión rusa, y reafirmando el derecho de Israel a la autodefensa. A medida que los conflictos en Oriente Próximo se intensifican, ha abogado por un alto el fuego y ha pedido soluciones pacíficas para la crisis en Gaza y Líbano, si bien se ha mostrado radicalmente en contra de quienes le exigen el cese total de sus relaciones con Israel.
Defensa de los derechos civiles
En el ámbito interno, Harris se ha enfocado en la defensa de los derechos de las mujeres, las minorías raciales y la comunidad LGTBI. Su campaña incluye propuestas para garantizar el acceso al aborto y una atención médica asequible. Además, ha defendido un control más estricto sobre la posesión de armas, aunque su reciente declaración sobre disparar a intrusos generó controversia. Su enfoque busca abordar la desigualdad en la sociedad estadounidense y fortalecer la protección de los derechos civiles.
Por otra parte, Harris enfrenta críticas por su enfoque en la migración, intentando equilibrar la seguridad fronteriza con reformas que faciliten el acceso a la ciudadanía para ciertos inmigrantes indocumentados. Atribuye la falta de seguridad en la frontera a las políticas de Trump y rechaza un proyecto de ley bipartidista elaborado por algunos legisladores republicanos. Aunque ha sido cuestionada por sus posibles cambios de opinión, Harris asegura que su evolución política es natural y no compromete sus valores fundamentales.
Trump como adversario y su legado
A medida que se intensifica la contienda, Harris no escatima en advertir sobre el “caos, miedo y odio” que representa Trump, posicionándose como la candidata capaz de restaurar la unidad y la confianza en el país. Con su historia de romper barreras y su enfoque en las oportunidades, Kamala Harris se perfila como una figura clave en las elecciones, mientras el mundo observa cómo puede cambiar la historia política de Estados Unidos.