 
                Juana Rivas ha vuelto este jueves al Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, donde ha declarado como investigada por un nuevo presunto delito de sustracción de menores. Se trata de un episodio que reabre una historia judicial que comenzó hace casi una década y que ya le supuso en 2018 una condena por los mismos hechos, posteriormente indultada por el Gobierno.
A la salida del juzgado, visiblemente afectada, Rivas se dirigió a los medios asegurando que tanto ella como su entorno están “rotos” y que siente que ha vuelto “a la casilla de salida”. Además, ha pedido «ayuda para acabar con este circo». Durante su declaración, que se prolongó unos 40 minutos, solo respondió a las preguntas de su abogado. “Yo no tengo otra que participar, luchar siempre”, declaró entre lágrimas.
La nueva investigación se origina por la denuncia presentada por su expareja, el italiano Francesco Arcuri, después de que su hijo menor, de 11 años, no regresara a Italia tras las vacaciones de Navidad con su madre en Maracena (Granada). La justicia italiana había fijado la vuelta del menor a Cagliari para el 8 de enero, pero el equipo legal de Rivas solicitó medidas cautelares alegando que el niño se encontraba en “grave riesgo”.
El abogado de Rivas, Carlos Aránguez, explicó que han aportado al juzgado “múltiples pruebas de presuntos malos tratos”, entre ellas fotografías, partes médicos y audios que demostrarían que “no ha habido sustracción de menores” ni intención de perjudicar al padre, sino “proteger a un niño de once años”. Aránguez criticó la prolongación de un proceso que considera injusto y confuso: “Juana y Daniel siguen atrapados en un laberinto jurídico que dura ya casi una década”.
Los letrados destacan que, a diferencia de la primera causa, Arcuri está actualmente procesado en Italia por presuntos malos tratos hacia sus hijos. Pese a ello, lamentan que el pequeño Daniel “solo haya sido escuchado una vez” en España, y que las autoridades italianas no hayan coordinado adecuadamente los procedimientos civiles y penales.
El caso sigue abierto y pendiente de nuevas resoluciones judiciales. El equipo legal de Rivas ha recurrido ante el Tribunal Supremo italiano, que en 2024 les dio la razón, aunque el Tribunal de Cagliari volvió a dictar una resolución contraria. Mientras tanto, Juana Rivas insiste en que no se rendirá: “No me voy a rendir por mi hijo Daniel”.
 
                
             
                
             
                
            