El FC Barcelona vivió una de esas noches que pesan. El 3-0 encajado ante el Chelsea dejó cicatrices profundas, no solo por el marcador, sino por la sensación de inferioridad que transmitió el equipo en todo momento. Entre los nombres propios del encuentro, el de Lamine Yamal destacó… pero por las razones equivocadas. El joven ’10’ azulgrana llegaba al partido con confianza renovada, después de asegurar que se sentía “como antes otra vez”. Sin embargo, el campo mostró una versión muy distinta a sus palabras.
Desde el primer minuto, Yamal se vio superado física y tácticamente. Marc Cucurella, compañero suyo en la selección española, lo secó por completo, imponiéndose en cada duelo y mereciendo el premio a MVP. Mientras el Chelsea crecía con autoridad, especialmente gracias a la brillante actuación de Estevão Willian, el Barça se diluía y, con él, la figura de un Lamine que no logró desequilibrar ni encontrar espacios. Fue una noche en la que nada salió, una de esas en las que cada error pesa más que el anterior y en las que el rival no perdona.
Al final, la derrota dejó una sensación de desconcierto: el Barça volvió a tropezar en un gran escenario europeo, y Lamine Yamal, llamado a liderar este nuevo proyecto, no pudo responder al desafío.
Si el partido fue duro para el Barça, el día siguiente lo fue aún más para Lamine. En Inglaterra, la prensa no dejó pasar la oportunidad de señalar su bajo rendimiento, especialmente después de sus declaraciones optimistas previas al choque. Los titulares fueron directos y, en algunos casos, crueles. The Times abrió con un irónico “¿Lamine quién?”, subrayando la superioridad de Estevão. El Daily Mail habló de una “noche miserable” para el jugador. The Telegraph y The Guardian remarcaron que el brasileño del Chelsea había “eclipsado” por completo al extremo culé. Y The Sun fue más lejos, mencionando incluso “humillación” y describiendo a Yamal como un jugador “atormentado dentro y fuera del campo”.
La crítica fue unánime: las palabras que en su momento buscaban transmitir seguridad hoy pesan como una losa. Lamine había mostrado signos de recuperación tras buenos partidos frente a Brujas, Celta y Athletic, pero Stamford Bridge reabrió dudas y recordó que el proceso de crecimiento no es lineal, según el Diario Las Américas.
Para el Barça, la derrota supone un golpe importante en la Champions y un nuevo aviso de que el camino para volver a competir al máximo nivel será largo. Para Lamine Yamal, queda el desafío de transformar esta noche amarga en aprendizaje. Porque, aunque Inglaterra se burle, su historia sigue escribiéndose… y aún le queda mucho por contar.