Pioneer 11 portaba una placa con un mensaje para posibles formas de vida extraterrestre
Este 5 de abril se conmemora el 51 aniversario del lanzamiento de la sonda espacial Pioneer 11 por parte de la NASA, un hito que marcó el comienzo de una travesía sin precedentes en la exploración del cosmos. Fue en 1973 cuando despegó desde Cabo Cañaveral, teniendo como destino final el misterioso planeta Saturno.
Después de superar con éxito el cinturón de asteroides el 19 de abril de 1974, la sonda ajustó su rumbo hacia Júpiter, culminando en un sobrevuelo el 4 de diciembre de 1974. Durante esta hazaña, Pioneer 11 capturó imágenes nunca antes vistas de la Gran Mancha Roja, exploró las regiones polares y contribuyó al conocimiento científico al determinar la masa de Calisto, uno de los satélites jovianos.
El 1 de septiembre de 1979, la nave llegó a Saturno, convirtiéndose en la primera en fotografiar el gigante gaseoso desde distancias cercanas. Allí, reveló la existencia de dos nuevos satélites y anillos adicionales, ampliando nuestra comprensión del sistema saturniano. Tras este encuentro histórico, Pioneer 11 continuó su viaje hacia el exterior del Sistema Solar, estudiando las partículas energéticas del viento solar.
Equipada con generadores eléctricos de isótopos radiactivos (RTG), la sonda logró prolongar su misión durante décadas. Sin embargo, la pérdida de eficiencia de estos dispositivos marcó el final de su legado científico a fines de 1995.
Al igual que su predecesora, la sonda Pioneer 10, y las legendarias Voyager que la siguieron, Pioneer 11 portaba una placa con un mensaje para posibles formas de vida extraterrestre, diseñada por Carl Sagan y Frank Drake, y dibujada por Linda Salzman Sagan. Este dispositivo, aunque a menudo asociado erróneamente con las Voyager, continúa siendo un emblema de la exploración espacial y la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta.