El campo colombiano vuelve a ser escenario de una historia que desafía los límites de la imaginación. En la vereda Camorucos del municipio de Paz de Ariporo, departamento de Casanare, un grupo de campesinos halló el pasado 14 de mayo una anaconda de más de diez metros de longitud mientras realizaban labores agrícolas cerca de una quebrada. El impresionante ejemplar fue identificado por expertos como Eunectes murinus, conocida como anaconda verde o, en la zona, el tradicional “Güio de los Llanos”.
Lejos de lo que muchos temían, el animal no mostró signos de agresividad y se encontraba en buen estado de salud. La Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía (Corporinoquia) se desplazó hasta el lugar para realizar la verificación del ejemplar, gestionar su traslado y reubicarlo en una zona protegida del ecosistema, según una información publicada en El Heraldo.
Imágenes que circulan en redes muestran a dos habitantes del lugar sosteniendo con asombro al gigantesco reptil, cuyo hallazgo es uno de los registros más extraordinarios en territorio colombiano. “Es una criatura majestuosa, representa la riqueza natural de nuestra región”, señalaron desde Corporinoquia, destacando que el ejemplar fue tratado con extremo cuidado para evitar estrés o daño.
Mientras tanto, el impacto del avistamiento ha coincidido con la viralización de un video supuestamente grabado desde un helicóptero sobre un río seco en la Amazonía ecuatoriana. En él se aprecia lo que parece ser otra anaconda de dimensiones colosales. A pesar de que muchos usuarios han compartido el video como auténtico, no existe hasta ahora confirmación oficial sobre su origen, autenticidad o especie.
El material ha reavivado el interés por el reciente descubrimiento de la Eunectes akayima, una nueva especie de anaconda verde del norte identificada por científicos en 2024. Aunque el video continúa bajo sospecha de manipulación digital, sí hay registros contrastados como el captado por el biólogo Sebastián Di Domenico en Hato La Aurora, también en Casanare, donde se filmó un ejemplar de cinco metros de longitud que reavivan el «Güio de los Llanos»
Lo que sí es real y verificable es el hallazgo en Paz de Ariporo, que confirma que los Llanos Orientales no solo son tierra de leyendas, sino también de gigantes que reptan sigilosamente bajo la maleza y aún sorprenden incluso a quienes los conocen desde siempre.