La Guardia Civil ha investigado a 15 personas por una serie de estafas que suman más de 393.000 euros, cometidas mediante las técnicas conocidas como smishing y vishing. Estos métodos consisten en suplantar la identidad de bancos o administraciones públicas para engañar a las víctimas y realizar cargos o transferencias fraudulentas.
La investigación se enmarca dentro del Plan Levante y ha incluido tres operaciones desarrolladas en Alicante, Murcia, Madrid y Zaragoza, según ha informado el cuerpo policial. En la primera de ellas, los agentes identificaron a 13 implicados acusados de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, que operaban desde diferentes puntos del país. En 2020, transfirieron de manera fraudulenta 368.000 euros a una empresa de Zaragoza.
El fraude comenzó con un mensaje SMS que simulaba ser de una entidad bancaria e instaba a la víctima a reactivar sus claves de acceso. Una vez dentro de la cuenta, los estafadores movieron el dinero a través de sociedades pantalla y cuentas internacionales en países como Bélgica, Alemania, Portugal, Holanda, Estonia, Reino Unido y Malta. Parte del dinero también se canalizó mediante criptomonedas.
En la segunda operación, un hombre fue investigado por actuar como “mula económica”, es decir, abrir cuentas para recibir dinero procedente de estafas. Se le vincula con dos casos de vishing en los que los delincuentes se hicieron pasar por un banco. Aunque la víctima realizó dos transferencias de 7.850 y 5.800 euros, la entidad detectó la estafa y bloqueó las operaciones a tiempo.
La tercera operación se centró en un residente de Alicante acusado de apropiarse de más de 18.000 euros mediante el método conocido como business email compromise (suplantación del correo empresarial). El sospechoso alteró los datos bancarios