España cuenta actualmente con 275.963 médicos en activo, según el último registro del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). La cifra puede parecer elevada: son 568 profesionales por cada 100.000 habitantes, un número que sitúa al país por encima de la media europea. Sin embargo, el dato esconde una preocupación creciente: uno de cada cuatro médicos se jubilará en los próximos diez años.
En total, se calcula que cerca de 69.000 profesionales dejarán su puesto antes de 2035. Una ola de jubilaciones que podría tensionar aún más el sistema sanitario si no se planifica con tiempo el relevo generacional.
Aun así, el presidente del CGCOM, Tomás Cobo, ha querido lanzar un mensaje claro: “En España no faltan médicos”. El problema, subraya, no es la cantidad, sino la distribución. Hay comunidades y especialidades donde sobran profesionales y otras donde escasean. Además, muchos jóvenes optan por trabajar fuera del país o en el sector privado debido a las condiciones laborales del sistema público.
El reto, según Cobo, está en hacer más atractivo el Sistema Nacional de Salud (SNS), mejorar la estabilidad laboral y ofrecer una carrera profesional más previsible. “Necesitamos atraer talento y conseguir que permanezca dentro del sistema”, insistió durante la presentación del ‘Estudio sobre Demografía Médica 2025’.
Los datos de Eurostat de 2023 confirman que España se sitúa por encima del promedio europeo en densidad médica. Con 439 médicos por cada 100.000 habitantes frente a los 420 de media en la UE, el país ocupa el puesto 11 en la Unión Europea, según apunta Europa Press.
Sin embargo, las cifras globales no reflejan la realidad de todos los territorios. Hay provincias con ratios mucho menores y zonas rurales donde cubrir plazas se ha vuelto una tarea casi imposible. El envejecimiento de la plantilla y la falta de relevo generacional amenazan con agravar este desequilibrio.
A medio plazo, los expertos advierten de que el sistema deberá adaptarse. Se necesitarán más incentivos para trabajar en zonas menos atractivas, una mejor planificación de las plazas MIR y políticas que favorezcan la retención del talento joven.
España tiene médicos suficientes, pero si no se gestiona bien el relevo y la distribución, el problema no será la cantidad, sino la ausencia de médicos donde más se necesitan. El desafío ya está sobre la mesa.