La selección española femenina de fútbol certificó su pase a los cuartos de final de la Eurocopa de Suiza con el pleno de victorias dentro del Grupo B tras derrotar con muchos trabajo este viernes a Italia por 1-3, lo que le permitió sellar su primer puesto y citarse con la anfitriona el próximo viernes por un puesto en las semifinales.
No le resultó fácil sumar el tercer triunfo al combinado nacional, otra vez de menos a más, con más problemas, sobre todo atrás, en los primeros 45 minutos y mejor control tras el descanso, ayudado por el tempranero gol de Patri Guijarro y el paulatino bajón físico de las ‘Azzurre’, amenazantes hasta ese momento y que llegaron ir, de forma efímera, por delante en el marcador, pero que tras verse por debajo tampoco se abrieron con su billete para cuartos también asegurado.
España se encontró con el ‘hueso’ esperado. Italia, plantada en una línea defensiva de cinco, ordenada y bien trabajada como se esperaba, volvió a encontrar una vez más la forma de incomodar mucho a un rival que apostó por las rotaciones, con seis novedades en el once, que no estuvo demasiada fina y que ofreció resquicios a corregir cuanto antes en su adelantada defensa.
Las ‘Azzurre’, sabedoras de que el empate les evitaba sustos, supieron jugar bien el choque y aprovechar sus ocasiones, sobre todo en un primer cuarto donde avisaron que tampoco iban a renunciar a llevarse el primer puesto. Así, tras un aviso de Caruso por la derecha, el lado por el que más espacio encontró y por dónde mejor percutieron las de Andrea Soncin, y un cabezazo al larguero de Linari, llegó el 1-0 de Oliviero, que ajustició a Adriana Nanclares, todavía elegida por delante de Cata Coll, tras un errático despeje de Mariona Caldentey en el área.
La campeona del mundo se veía por primera vez por detrás en el marcador en esta Eurocopa, aunque afortunadamente encontró la réplica rápido. Athenea del Castillo, una de las novedades, firmó la mejor combinación del encuentro con Alexia Putellas, cuya delicada dejada de tacón fue perfecta para que la cántabra la convirtiese con precisión en el 1-1.
A partir de ahí, la ‘Roja’ aceleró e hizo sufrir a Italia, a la que le costó salir ya de su terreno de juego. Sin embargo, pese al dominio, le faltó cierta finura en los metros finales, sobre todo en pies habitualmente precisos como los de Caldentey y una Aitana Bonmatí poco efervescente. Alexia Putellas tampoco tenía continuidad y Salma Paralluelo, elegida como ‘9’, no encontró espacios entre la disciplina defensiva de las italianas.
Un parón para atender a la portera Giuliani volvió a desconectar al equipo que dirige Montse Tomé, que en el tramo final sufrió. Piemonte se plantó sola ante Nanclares y disparó fuera, aunque la jugada estaba anulada por fuera de juego, al igual que el principal susto que se llevó España, con una mano de Irene Paredes que no terminó en penalti por un ajustado fuera de juego previo. Un cabezazo desviado de Bonansea, con un nuevo centro desde la derecha, cerró este buen y peligroso momento de la ‘Azzurre’, agresiva y directa cuando robaba o salía de la presión, antes del descanso.
Tras el paso por los vestuarios, España recibió la buena noticia de ponerse por delante. Patri Guijarro enganchó un despeje perdido desde fuera del área, no con su potencia habitual, pero que se fue alejando poco a poco de Giuliani que reaccionó un tanto tarde y no pudo evitar el 2-1 que sirvió para asentar a la campeona del mundo.
La ‘Roja’ empezó a sentirse más cómoda en el campo y a tener mejores ocasiones, aunque Nanclares estuvo ágil de reflejos para meter una gran mano a un disparo de Caruso y evitar el empate. Guijarro y Caldentey avisaron en una jugada anulada por fuera de juego, pero que de haber entrado habría necesitado de tirar las líneas, y Putellas, con posible previo penalti a Vicky López, primer cambio de Tomé (Del Castillo), rozó el 1-3.
La ‘Azzurre’ empezaba a acusar cierto bajón físico y a sufrir con la presión rival. La seleccionadora decidió apretar un poco más con las entradas de Claudia Pina (Caldentey) y Esther González (Paralluelo) para buscar la sentencia ante una Italia que se afanaba más en evitarlo que en buscar el 2-2, sabedora que Portugal no le agobiaba su billete.
Giugliano metió una gran mano a un disparo de Bonmatí para mantener las cosas en lo que fue la ocasión más clara de España para haber evitado un final de máxima tensión hasta más allá del 90 donde apareció Esther González, otra vez más en su sitio de ‘9’, para sentenciar con su cuarto gol en el torneo, con algo de ayuda de la portera italiana, un gran envío de Putellas. El viernes comenzará la hora de la verdad ante la anfitriona.