Los primeros meses del segundo mandato de Donald Trump muestran un aumento claro en las operaciones migratorias de ICE. Los datos más recientes del Deportation Data Project, publicados el 1 de diciembre, revelan una cifra alarmante: más de 75.000 personas sin historial delictivo fueron detenidas entre el 20 de enero y el 15 de octubre de 2025. El proyecto obtuvo esta información tras una demanda de la Universidad de California en Berkeley contra ICE. Las cifras proceden de una oficina interna encargada de registrar arrestos, solicitudes de detención y entradas a centros de custodia.
La actualización del proyecto añade más de dos meses de datos al informe anterior. Incluye arrestos realizados desde septiembre de 2023 hasta octubre de 2025. Aun así, el equipo advierte de un punto importante: la base de datos no ofrece un seguimiento claro de expulsiones debido a errores detectados en los archivos. Aunque esto limita algunos análisis, la información disponible ya dibuja un escenario preocupante.
En total, ICE realizó más de 220.000 arrestos durante este periodo. Un tercio corresponde a personas sin antecedentes penales, un dato que contradice el mensaje oficial del Gobierno, que asegura que prioriza la detención de criminales peligrosos. La situación podría ser más grave. Los registros no incluyen las detenciones llevadas a cabo por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). En esas cifras faltarían grandes operativos, como las redadas masivas de Los Ángeles realizadas este mismo año. Todo apunta a que el número real de personas sin historial penal afectadas por las operaciones migratorias podría ser mayor, según La Vanguardia MX.
El informe revela también el perfil de los arrestados. Cerca del 90% son hombres. La mayoría procede de México. Les siguen migrantes guatemaltecos y hondureños. En el grupo que sí presenta antecedentes, los registros no diferencian entre faltas menores y delitos graves. Esta falta de detalle dificulta comprender el alcance real de las operaciones y aumenta la sensación de opacidad.
Tampoco existe una cifra clara sobre cuántas personas han sido deportadas. El único dato confirmado indica que casi 23.000 personas eligieron la deportación voluntaria. Muchos toman esta decisión por miedo, presión o falta de ayuda legal.
El panorama que dejan estas cifras es inquietante. Miles de personas, muchas con años de vida en Estados Unidos, han quedado atrapadas en redadas que no distinguen entre perfiles. El inicio del nuevo mandato muestra una política migratoria dura y con efectos humanos profundos. Estas cifras reabren el debate sobre el trato que reciben las comunidades migrantes y sobre la dirección que seguirá el país en los próximos meses.