Hoy: 22 de noviembre de 2024
Una mujer de 64 años de origen iraní, desaparecida desde julio, fue hallada sin vida en un pozo cerca de Jerez de la Frontera. Un hombre de más de 70 años, detenido inicialmente, confesó ser el autor de su muerte.
El Cortijo de la Ducha, después de semanas de búsqueda, fue el lugar donde encontraron el cuerpo desmembrado de la mujer, cubierto con piedras. Las autoridades no habían revelado la relación entre la víctima y el detenido.
La confesión del sospechoso, un hombre de entre 70 y 80 años, se produjo sin dar detalles del caso o el motivo del homicidio. La policía registró una propiedad relacionada con el acusado en la Barriada de La Guita.
La víctima, una mujer conocida en Mesas de Asta, una tranquila comunidad rural de Jerez, pasó sus últimos 15 años allí. Vivió en una caravana y luego con su pareja, un hombre mayor con movilidad limitada. Sin embargo, la pareja se separó en primavera, y la mujer se mudó a un albergue municipal de Jerez.
El Ayuntamiento confirmó que la mujer pasó “periodos sueltos” en el albergue y la catalogó como desaparición forzosa y peligrosa para su vida. La policía encontró el cadáver el pasado domingo durante la investigación.
La mujer llegó a España como refugiada política hace más de 30 años, siendo madre de tres hijos, uno de ellos fallecido. Durante la última década, mantenía múltiples cuentas de Facebook, siendo la más antigua de 2012. El perfil más reciente mostraba actividad hasta el 5 de julio.
A lo largo del mes, el entorno de la mujer recibió pistas sobre su posible ubicación en diferentes partes de España. Este domingo, la policía informó a sus allegados del hallazgo del cadáver. Las pruebas de ADN confirmarán la identificación, aunque se teme un trágico desenlace.