La Santa Sede aboga por el desarme nuclear y propone un fondo mundial para erradicar el hambre y promover el desarrollo en los países más empobrecidos
El Arzobispo Ettore Balestrero, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU y otras Organizaciones Internacionales en Ginebra, ha señalado que el Vaticano está “profundamente preocupado” por el aumento del gasto militar en el sector nuclear y los riesgos asociados con las nuevas tecnologías.
“Los actuales conflictos armados, en particular la guerra en Ucrania, sirven para recordar que la búsqueda del diálogo debe ser incesante y que la posesión de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva representan un multiplicador de riesgos que sólo da una ilusión de paz”, ha afirmado durante su intervención en el Segundo Comité Preparatorio de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, que se celebrará en 2026.
Balestrero recordó que el Papa Francisco reiteró la “inmoralidad de la producción y posesión de armas nucleares” en su discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede a principios de este año. “Es imperativo reconocer que los arsenales nucleares, como instrumentos de estrategia militar, tienen intrínsecamente una disposición activa al uso”, ha indicado el Arzobispo.
“La no proliferación y el desarme, además de ser obligaciones legales, son responsabilidades éticas hacia todos los miembros de la familia humana”, ha añadido. Balestrero también afirmó que, considerando las “tensiones reinantes y las catastróficas consecuencias humanitarias” que se derivarían del uso de armas nucleares, urge reanudar un diálogo sincero para establecer limitaciones vinculantes.
Finalmente, el observador ha señalado que la Santa Sede lleva tiempo analizando la propuesta de establecer un fondo mundial, financiado con una parte del dinero que de otro modo se destinaría a armamento y otros gastos militares, “para erradicar el hambre y promover el desarrollo en los países más empobrecidos”, con el fin de contribuir “a la realización de una cultura de la vida y la paz”.