El turismo internacional en España sigue marcando cifras históricas. Entre enero y agosto, los visitantes extranjeros dejaron en el país más de 92.400 millones de euros, un 7,1% más que en el mismo periodo del año pasado, según los últimos datos del INE.
Durante estos ocho meses, España recibió casi 66,8 millones de turistas internacionales, un 3,9% más que en 2024. Reino Unido lidera la lista de países emisores, con cerca de 13,2 millones de visitantes. Le siguen Francia y Alemania, con 9,2 y 8,2 millones, respectivamente.
En términos de gasto, Reino Unido también encabeza la lista, aportando el 17,9% del total, seguido de Alemania (11,6%) y Francia (9,1%). Por comunidades autónomas, Cataluña, Canarias y Baleares concentran la mayor parte del desembolso turístico, con 18,3%, 17,6% y 16,8%, respectivamente.
El mes de agosto refleja la misma tendencia. España recibió 11,3 millones de turistas, un 2,9% más que en agosto de 2024, generando un gasto total de 16.390 millones de euros, un aumento del 6,7%. Baleares destacó como el principal destino del mes, seguido de Cataluña y Andalucía, con incrementos en el gasto que superaron el 9% en Baleares.
El gasto medio por turista se situó en 1.457 euros, con un aumento del 3,6% respecto al año anterior. Por día, los visitantes gastaron en promedio 198 euros, un 4,9% más que en 2024. La mayoría de este gasto se realizó en alojamientos hoteleros, que representaron el 63,9% del total, con un crecimiento del 5,7%. Los alojamientos no comerciales y los paquetes turísticos también aumentaron, aunque de manera más moderada.
El turismo de ocio sigue siendo dominante, generando el 92% del gasto total. La duración mayoritaria de las estancias fue de cuatro a siete noches, y se observa un ligero aumento de los turistas que viajan sin paquete turístico.
En agosto, Baleares lideró como destino principal con el 22,5% de los visitantes, mientras Cataluña y Andalucía recibieron 19,4% y 15,3% del total, respectivamente. La tendencia muestra un crecimiento constante de turistas en destinos de sol y playa, con estancias medias más cortas y un gasto por visitante que continúa al alza.
El panorama refleja una economía turística española fuerte y resiliente. Cada visitante no solo recorre playas y ciudades, sino que también impulsa hoteles, restaurantes y comercios. España mantiene así su posición como uno de los principales destinos turísticos del mundo, consolidando ingresos históricos y un sector vital para su economía.