La brecha entre el salario mínimo interprofesional (SMI) y el sueldo más habitual en España (el salario modal) se ha reducido drásticamente entre 2018 y 2023. En apenas cinco años, el diferencial ha pasado del 40% al 3%. Así lo refleja el informe Igualitarismo salarial y empobrecimiento económico del Instituto Juan de Mariana (IJM), que atribuye este fenómeno a la pérdida de poder adquisitivo de la clase media y trabajadora.
El llamado gap salarial ha pasado de superar los 8.000 euros a situarse en poco más de 400 euros. Este estrechamiento se debe, según el estudio, a las políticas salariales del actual Gobierno. El SMI ha pasado de rondar los 10.000 euros anuales en términos reales a acercarse a los 13.370 euros, lo que representa un incremento del 26%.
Mientras tanto, el sueldo más común ha caído con fuerza. En 2018 equivalía a casi 18.000 euros, descontada la inflación. En 2023, apenas alcanza los 13.800. En euros constantes, el diferencial entre SMI y salario más frecuente ha pasado de 6.800 euros a prácticamente cero.
Además, el IJM explica esta convergencia no por una mejora de la prosperidad del país, sino por el empobrecimiento de la clase media, según Europa Press. Señala el Instituto:
«Lo que ha ocurrido es que los salarios del tramo central de la distribución han perdido poder adquisitivo, estancados en un contexto de baja productividad, inflación elevada y escaso dinamismo económico. Todo ello mientras el salario mínimo subía a golpe de decretazo»
El incremento del SMI ha afectado sobre todo a las empresas de sectores intensivos en mano de obra, como la hostelería, el comercio, la limpieza o los servicios auxiliares. Estos negocios suelen operar en zonas con niveles d e renta más bajos, donde el impacto del alza es mayor.
Por territorios, el SMI ya supera el 60% del salario medio en 42 de las 50 provincias españolas. En 34 de ellas, rebasa incluso el 75%. Las más afectadas son Ávila (78,7%), Zamora (77,3%), Badajoz (75,8%), Murcia (75,7%) y Alicante (74,2%).
Si se analiza el peso del SMI sobre los sueldos que pagan las pequeñas y medianas empresas, el impacto es aún mayor. En Ávila representa el 90,8% del salario medio, seguida por Zamora (89,1%), Badajoz (87,3%), Murcia (86,7%) y Alicante (85,4%).
A nivel autonómico, Extremadura encabeza la lista. En esta región, el salario mínimo equivale al 72,8% del sueldo medio. Le siguen Canarias (68,5%), Murcia (67,4%), Andalucía (66,5%) y Castilla y León (65,9%).
El Instituto Juan de Mariana estima que el aumento nominal del SMI tuvo un impacto negativo en el empleo, con la destrucción de hasta 174.000 puestos de trabajo solo en 2019. El efecto acumulado entre 2019 y 2023 alcanzaría los 210.000 empleos perdidos, y podría llegar a 270.000 a lo largo de 2024.
Asimismo, el incremento del SMI ha afectado sobre todo a las empresas de sectores intensivos en mano de obra, como la hostelería, el comercio, la limpieza o los servicios auxiliares. Estos negocios suelen operar en zonas con niveles de renta más bajos, donde el impacto del alza es mayor.