La ministra de Igualdad, Ana Redondo, califica el evento como “infame” y asegura que no representa los valores de igualdad y libertad
El Senado acoge este lunes, 2 de diciembre, la VI Cumbre Transatlántica contra el aborto, un evento que ha suscitado críticas por parte del Gobierno, sus socios y diversas organizaciones sociales.
La cumbre, organizada por la Network for Values, una organización internacional de ultraderecha, lleva como lema “por la libertad y la cultura de la vida”. Su celebración fue aprobada el 17 de julio en la Mesa del Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta. Sin embargo, el PSOE, que también cuenta con representación en la Mesa, asegura que este punto no figuraba en el orden del día, ni fue debatido ni votado, negando así haber respaldado la actividad.
El pasado 19 de noviembre, el Grupo Socialista en el Senado presentó una moción junto a BNG, ERC, EH Bildu, Izquierda Confederal y PNV, solicitando a la Mesa la retirada de la autorización para la cumbre. Según su iniciativa, el acto promueve “un ideario incompatible con la legislación vigente y fomenta la exclusión y la regresión de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, además de limitar su libertad para decidir plenamente sobre su cuerpo”.
La negativa de los socialistas
Asimismo, los socialistas critican que se utilicen las instalaciones del Senado para un acto de esta naturaleza. Aseguran que la cesión “implica poner recursos públicos al servicio de un lobby neoconservador que comparte agenda con la extrema derecha, niega derechos de las mujeres y financia redes de acoso contra quienes acuden a clínicas para interrumpir voluntariamente su embarazo”.
Por su parte, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, calificó el evento como “infame” y aseguró que no representa los valores de igualdad y libertad. “Lo que no vamos a consentir es que el Senado se convierta en un parque temático de la ultraderecha y que el PP, además, promocione esa actividad. En ningún caso, el Grupo Socialista en el Senado votó a favor de esa actividad y, por lo tanto, vamos a hacer todo lo posible para impedirla”, declaró Redondo.
En una línea similar, la ministra de Sanidad, Mónica García, mostró su rechazo al evento, señalando en una entrevista con Radiocable.com que “la gente no está preocupada por el problema del aborto en España”. Criticó además a los ‘populares’ por tratar de imponer “fanatismos” y “el ideario de una minoría social” en las instituciones públicas.
Activistas de Femen
El martes pasado, dos activistas de Femen fueron desalojadas de la tribuna de público del Senado tras irrumpir semidesnudas durante una sesión de control al Gobierno. Ambas protestaron contra la cumbre al grito de “el aborto es sagrado”, con mensajes similares escritos en sus cuerpos.
“Acabamos de protestar en el pleno del Senado contra la cumbre antiabortista que tendrá lugar en esta cámara el próximo 2 de diciembre. ¡Aborto es sagrado, ahora y siempre! ¡Nuestros cuerpos, nuestras normas!”, publicó Femen en la red social X.
Además, organizaciones de familias LGTBI+, como Crezco Familias LGTBI+ de Andalucía y el Colectivo LGTB+ de Madrid, han pedido impedir la celebración del evento. En un comunicado, señalaron: “Nuestras familias tienen derecho a vivir tranquilas, sin verse violentadas ni agredidas, como cualquier otra familia española. Por eso, instamos a todas las personas y partidos políticos que puedan impedir este acto a que no permitan que el odio y el retroceso se apoderen de instituciones democráticas, que tanta lucha y sufrimiento han costado conseguir”.