El acto de conciliación celebrado este viernes en Santander entre el rey emérito Juan Carlos I y el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, finalizó sin avenencia. El monarca no asistió al encuentro, siendo representado por su abogada, mientras que Revilla se presentó en persona, reafirmando sus declaraciones previas.
La conciliación, que tuvo lugar en el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, fue convocada tras la demanda presentada por Juan Carlos I por presuntas injurias y calumnias. El rey emérito reclama una rectificación pública y una indemnización de 50.000 euros, que ha manifestado donará a Cáritas en caso de recibirla.
Revilla, por su parte, sostuvo que sus declaraciones fueron opiniones críticas basadas en informaciones de medios de comunicación y no afirmaciones de hechos conocidos directamente. Afirmó sentirse respaldado por la ciudadanía y decepcionado por la actitud de Juan Carlos I, a quien admiraba y defendía en el pasado.
El acto, que se desarrolló en la sala de vistas número 9 del complejo judicial de Las Salesas, concluyó sin acuerdo alguno y tuvo una duración inferior a 15 minutos. La defensa de Juan Carlos I exige una rectificación pública y una indemnización de 50.000 euros.
La Casa Real ha señalado que esta demanda es una iniciativa personal del rey emérito y que no ha sido consultada previamente. El caso queda ahora pendiente de un probable juicio.