La organización del Reggaeton Beach Festival ha suspendido finalmente su gira en Madrid tras la denegación de la licencia para su celebración por parte del Ayuntamiento de la capital y ha procedido a activar los protocolos de devolución del dinero de las entradas.
Así lo confirma en un nuevo comunicado emitido esta mañana en el que denuncia “el agravio comparativo” y la improvisación de “todo el trámite administrativo” del Ayuntamiento de Madrid tras la suspensión del macroevento, que tacha de “injusto” y “arbitrario”.
Al respecto, el promotor critica que el Ayuntamiento de Madrid filtrara supuestamente el miércoles la decisión adoptada de denegar la licencia para la celebración del festival, anticipando el contenido de unos actos administrativos “que no tuvieron lugar hasta veinticuatro horas después”.
Fue entonces cuando el Ayuntamiento comunicó a esta empresa, en un primer momento, una resolución de requerimiento de subsanación de pequeñas deficiencias, lo que hacía, según el organizador, entender la viabilidad de la licencia en caso de subsanación, y en menos de dos horas, “sin dar tiempo a atender el requerimiento, dictó y comunicó resolución por la que denegaba de la licencia y por tanto la celebración del festival”.
“La filtración a los medios de la decisión adoptada ha sido utilizado para enmascarar una decisión que nada tiene que ver con el expediente de licencia de actividad presentado, sino con un conflicto entre administraciones gestionadas por partidos políticos enfrentados, (Ayuntamiento de Madrid, Ayuntamiento de Getafe y Delegación de Gobierno) por la construcción del recinto Iberdrola Music”, subraya la dirección.
Sostiene que resulta “inconcebible” que un espacio que se construyó contando con todos los permisos y licencias para poder desarrollar eventos de gran formato, como demuestra la celebración del festival Mad Cool y el concierto Harry Styles las dos semanas anteriores, con una asistencia de 65.000 espectadores cada uno de ellos, “se deniegue la celebración del festival RBF que se celebra en horario diurno y con un aforo de un 55% (38.000) del dispuesto en Mad Cool”.
Además, insisten en que el evento presenta “un plan de movilidad con mayores garantías para la seguridad de los asistentes, en cuanto efectivos y medidas adoptadas se refiere, alegándose que no se garantizan las “condiciones de seguridad, movilidad y accesibilidad”.
En definitiva, entienden que se han visto envueltos en “un conflicto entre administraciones y en una disputa política sobre los problemas que se han producido en Mad Cool o el concierto de Harry Styles que nada tienen que ver con lo reflejado en el expediente administrativo ni con lo filtrado a la prensa, sino con la organización de los evento citados”.
RBF lamenta comunicar a todos sus seguidores que tiene que suspender las fechas de su gira en Madrid y que “con carácter inmediato procede a activar los protocolos de devolución del dinero de las entradas como no puede ser de otra manera y de acuerdo con la normativa vigente”.
Por último, la organización recalca que quiere disculparse ante los medios de comunicación por las dificultades que hayan podido provocarse a la hora de atender las demandas de información de los compañeros de los medios de comunicación, habida cuenta las complejas circunstancias que han rodeado las últimas 48 horas para la promotora.