El PSG arrolla a un Real Madrid irreconocible y desbordado

Los de Luis Enrique, superiores de principio a fin, pasan a la final del Mundial ante un equipo madridista menos trabajado y con errores graves

El Paris Saint-Germain selló este miércoles el pase a la final del Mundial de Clubes después de vencer por 4-0 al Real Madrid en una semifinal que se inclinó de forma prematura a favor del equipo francés, muy superior en todo el partido y que aprovechó dos errores defensivos claves de los blancos en los primeros 10 minutos para castigar a un conjunto madridista que se despide del torneo.

Fabián Ruiz y Ousmane Dembélé convirtieron rápido el 2-0 con dos errores graves y decisivos de Raúl Asencio, que suplió al sancionado Dean Huijsen, y Antonio Rüdiger. El Real Madrid, con Gonzalo García, Kylian Mbappé y Vinícius Júnior como titulares, no pudo construir ni generar con claridad en un partido en el que solo remató a puerta en una ocasión.

Y casi sin darse cuenta se vio tres goles por detrás, con otro tanto del mediocentro español del equipo parisino, antes del descanso. El PSG puso el broche a su noche con el cuarto gol de Gonzalo Ramos ya rozando el descuento en el final del partido, ante la pasividad de la defensa blanca.

Centro del campo inexistente

El centro del campo madridista fue inexistente y quedó mermado por el desplazamiento de Fede Valverde al lateral ante la baja de última hora de Trent Alexander-Arnold. Ni Arda Güler, ni Jude Bellingham, ni Aurélien Tchouaméni pudieron plantar cara a una entonada medular parisina comandada por el omnipresente Vitinha.

Los de Luis Enrique Martínez, que se enfrentarán al Chelsea en la final del domingo, eran aviones física y futbolísticamente frente a los blancos, que se despiden en ‘semis’ ante el gran favorito y con la sensación de que queda mucho trabajo por hacer.

El encuentro comenzó eléctrico, dejando de lado esos minutos contemplativos habituales hasta ahora en este torneo. El Real Madrid prefirió aguantar agazapado para correr al contragolpe, pero el protagonista fue un salvador Thibaut Courtois, con dos paradas tempraneras a Fabián Ruiz y, sobre todo, a Ousmane Dembélé a bocajarro.

Pero la balanza se decantó muy rápido del lado del PSG con dos regalos de la defensa blanca. El primero, de Raúl Asencio, que fue poco contundente a la hora de despejar un balón sin aparente peligro dentro del área y se lo dejó en bandeja al ’10’ de los parisinos. Este encaró y el meta belga lo derribó, pero el rechace le cayó a Fabián Ruiz, que la empujó para poner el 1-0.

Y el segundo presente madridista fue de Antonio Rüdiger, al despejar al aire con mucho espacio detrás y dejando solo en un mano a mano a Dembélé para hacer fácil el 2-0 antes del minuto 10 y obligar al Real Madrid a remar de manera extraordinaria para meterse de nuevo en el partido.

Castigo parisino

El castigo parisino contra el equipo madridista fue mayor aún con el tercero que ya obligaba a los blancos a un imposible. Dembélé dejó de primeras a la espalda de Fran García para Achraf Hakimi, que la puso al punto de penalti para Fabián Ruiz y este convirtió con un disparo cruzado su doblete personal y el 3-0. El conjunto francés llegaba muy fácil con peligro y Khvicha Kvaratskhelia, muy activo, pudo hacer el cuarto al filo del descanso.

Tras el paso por vestuarios, el guion no cambió y el PSG siguió cómodo ante un Real Madrid desdibujado. Desiré Doué hizo el cuarto aprovechando el espacio a la espalda de la defensa blanca, pero el colegiado señaló fuera de juego. El partido entró en una fase gris, pero con un PSG sin apuros y que parecía que activaba el ritmo cuando quería.

Xabi Alonso hizo cambios y retiró a un Asencio que queda señalado, además de ‘Vini’ y Bellingham, para dar a Luka Modric y Lucas Vázquez sus últimos minutos como madridista y los primeros a Éder Militao desde su grave lesión de rodilla en noviembre del año pasado. También volvió a competir en partido oficial Dani Carvajal, lesionado en la rodilla desde principios de octubre. Gonçalo Ramos puso la guinda a la noche parisina con el 4-0 ante una zaga madridista de nuevo superada.