Hoy: 19 de febrero de 2025
La onza de oro troy, considerada como un activo refugio por excelencia, ha superado sus máximos históricos por cuarta jornada consecutiva. Durante la medianoche de este jueves, alcanzó el nivel de los 2.300 dólares, según datos del mercado consultados por Europa Press.
Aunque el metal llegó a tocar un nuevo máximo durante la madrugada, cerró con una ligera caída del 0,2%, ubicándose en 2.295 dólares la onza al cierre en Europa. Esta volatilidad se enmarca en la tendencia alcista que ha marcado el oro en la última semana.
La subida del oro, que acumula un 3% desde el inicio de la semana, se atribuye principalmente a las expectativas de recortes de tipos de interés en Estados Unidos. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, afirmó que el banco central tiene margen para decidir sobre dichos recortes, actualmente situados en el 5,25-5,5%.
Los movimientos en la cotización del oro están influenciados por diversos factores, como la inflación PCE en Estados Unidos y las declaraciones de Powell. Además, la guerra en Ucrania, tensiones en el Mar Rojo y conflictos en Oriente Próximo también influyen en la demanda del metal como activo refugio.
A pesar de las expectativas de una política monetaria más dura en Estados Unidos, el oro ha mantenido su fortaleza como activo de reserva. Bank of America señala que este metal ha sido resistente a pesar de los esfuerzos de los bancos centrales por endurecer su política monetaria.
Los precios del oro podrían continuar su ascenso, según analistas, con proyecciones que lo sitúan en niveles de hasta 2.400 dólares. La creciente demanda de oro por parte de los bancos centrales, especialmente de China, juega un papel clave en esta tendencia alcista.
El contexto geopolítico, marcado por conflictos y tensiones regionales, así como el calendario electoral, especialmente las elecciones en Estados Unidos, también influyen en la demanda de oro como reserva de valor y activo refugio.
El oro continúa siendo un refugio para los inversores en un contexto de incertidumbre económica y geopolítica. Su tendencia alcista se sustenta en una combinación de factores, desde políticas monetarias hasta tensiones internacionales, que mantienen su valor como activo seguro en tiempos de crisis.