Este domingo, el Papa León XIV hizo un emotivo llamado a detener las guerras y trabajar por la paz. Desde la ventana del Palacio Apostólico, durante el rezo del ángelus dominical, el pontífice habló directamente al corazón de los fieles. Recordó a quienes han perdido la vida en los conflictos recientes: civiles, niños, ancianos y enfermos. “En los últimos días hemos rezado por los difuntos y entre ellos, lamentablemente, hay muchos que fueron asesinados en los combates y bombardeos”, dijo.
El papa enfatizó que respetar la memoria de estas víctimas implica comprometerse con la paz. “Si realmente se quiere honrar su memoria, se debe cesar el fuego y comprometerse en las negociaciones”, señaló. Con estas palabras, León XIV busca no solo detener la violencia, sino también que los líderes y la sociedad internacional redoblen esfuerzos en la construcción de acuerdos duraderos.
El pontífice también mostró su reconocimiento a quienes, en distintos niveles, trabajan por la paz. Desde diplomáticos hasta comunidades locales, todos tienen un papel en este esfuerzo colectivo. Según él, es esencial unir fuerzas y actuar con compromiso sincero, lejos de la prisa y la superficialidad que a menudo dominan las decisiones humanas, según el Diario de Yucatán.
En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter, León XIV recordó a los fieles que la verdadera fortaleza espiritual se encuentra en Cristo. “El Evangelio de hoy nos recuerda que el verdadero santuario de Dios es Cristo muerto y resucitado. Unidos a Él, también nosotros somos piedras vivas de este edificio espiritual”, escribió.
El papa invitó a la reflexión profunda. Recalcó que, al trabajar por la paz y el bien común, no se debe actuar con precipitación ni esperar resultados inmediatos. “Excavemos profundamente, libres de los criterios del mundo, que con demasiada frecuencia exige resultados rápidos porque no conoce la sabiduría de la espera”, agregó. Con estas palabras, el pontífice subraya que la construcción de la paz requiere tiempo, esfuerzo y paciencia.
León XIV concluyó su mensaje recordando que cada gesto, por pequeño que parezca, suma en la búsqueda de la paz. La unidad, la solidaridad y la dedicación son esenciales para transformar el dolor de la guerra en esperanza. En un mundo marcado por conflictos, sus palabras resuenan como un llamado a la humanidad a detener la violencia y construir un futuro más justo y seguro para todos.