Un agente de la Policía Nacional permanece ingresado en la UCI tras ser brutalmente agredido el pasado jueves en Sevilla durante una discusión de tráfico. Según el informe médico al que ha tenido acceso Vozpópuli, el policía sufrió una fractura de cráneo y un traumatismo craneoencefálico severo con hematoma epidural, que le ha provocado la pérdida provisional del habla y una «retroversión ocular», un tipo de desviación involuntaria de los ojos.
El ataque ocurrió alrededor de las seis de la tarde en la glorieta Primero de Mayo de Sevilla. Tanto la víctima como el agresor circulaban en sus vehículos cuando comenzaron a discutir. En un momento dado, el agresor, identificado como A.M.G., sacó un palo de grandes dimensiones de su coche y golpeó al agente de manera sorpresiva en la cabeza, dejándolo inconsciente en el suelo.
El agresor cuenta con un historial delictivo extenso, con 24 antecedentes policiales, entre ellos tentativa de homicidio, robos con violencia, lesiones y delitos contra la seguridad del tráfico. La gravedad de los hechos y su historial llevaron a la juez de guardia a decretar prisión provisional sin fianza, tal y como solicitaron la Fiscalía y la acusación particular representada por el sindicato Jupol.
El parte médico confirma que la agresión provocó un empeoramiento del estado de salud del policía desde los minutos posteriores al ataque hasta su ingreso en la UCI. Las secuelas que presenta incluyen «intoxicación del lenguaje» y desviación cefálica, complicaciones que evidencian la violencia extrema del incidente.
Aunque la investigación continúa abierta, el agresor está imputado por un presunto delito de lesiones con instrumento peligroso, aunque la acusación considera que podría tratarse de un delito de homicidio en grado de tentativa. La brutalidad del ataque ha generado preocupación sobre la seguridad de los agentes en situaciones de conflicto cotidiano.