Estos proyectiles pueden llegar a alcanzar velocidades supersónicas, con un radio de alcance de hasta 300 kilómetros de distancia
El Gobierno de Estados Unidos, según confirma EP, ha dado el visto bueno para que las Fuerzas Armadas de Ucrania puedan utilizar misiles del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (Atacms), por sus siglas en inglés. Esto abre para las tropas ucranianas un nuevo abanico de potenciales objetivos, en concreto más de 200 instalaciones militares situadas en territorio de Rusia.
Estos misiles pueden llegar a alcanzar velocidades supersónicas, con un radio de alcance de hasta 300 kilómetros de distancia. El presidente Zelenski, venía reclamando no solo recibirlos, sino también poder utilizarlos para lanzar ataques en suelo ruso, enmarcándose dentro de una estrategia para contener la ofensiva en el este de Ucrania.
Los Atacms pueden transportar una ojiva con más de 200 kilos de explosivo o bombas de racimo. Un tipo de armamento del que la potencia norteamericana tendría un amplio arsenal, habida cuenta de las críticas generalizadas sobre su uso por los efectos indiscriminados que esta munición provoca a corto y largo plazo sobre la población civil.
Incursión en Kursk
Precisamente, apunta EP que ya hace unos meses, desde Kiev se varió la estrategia militar para incrementar sus ataques sobre territorio ruso, llegando a lanzar una incursión terrestre en la región de Kursk.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés) estimó el pasado mes de agosto en un informe que Rusia tenía a menos de 300 kilómetros de la frontera con Ucrania, al menos 245 objetivos militares o paramilitares. En una lista no definitiva, ya que podría haber otros objetivos ocultos, figuran 16 bases aéreas.
Las fuerzas militares ucranianas disponen de la misma forma de lanzaderas para disparar los Atacms con los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (Himars) que Estados Unidos comenzó a enviar ya en 2022, tal como apunta The Washington Post.