La intensa tormenta azota con fuerza y lleva a las autoridades a declarar la máxima alerta en varias zonas del país
Este viernes, las autoridades españolas han declarado la alerta roja en cuatro regiones del país debido a la furia de la borrasca Aline. La tormenta, que ha provocado fuertes lluvias y vientos descontrolados, ha llevado a la toma de medidas drásticas para garantizar la seguridad de la población y la protección de bienes.
La borrasca Aline ha dominado la situación meteorológica en la Península Ibérica en los últimos días con fuertes lluvias, vientos intensos y desafíos para la seguridad pública. La tormenta ha venido acompañada de rachas de viento que han alcanzado hasta los 110 kilómetros por hora, lo que ha provocado la caída de árboles, inundaciones en varias ciudades y un oleaje peligroso en las costas.
Sin embargo, se espera que la situación mejore a partir de este viernes, ya que la borrasca Aline se aleja hacia el interior de Europa. La Península Ibérica aún estará bajo la influencia de nubosidad generalizada, pero se anticipa un marcado descenso de las temperaturas, con excepción de la costa valenciana y Canarias, donde se superarán los 25 grados.
Las fuertes rachas de viento persistirán, especialmente en áreas como la Sierra de Madrid, Cataluña, Baleares y el interior de la Comunidad Valenciana, donde los vientos podrían alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora.
A pesar de que las lluvias serán menos intensas que en días anteriores, gran parte de España continuará bajo alerta amarilla o naranja debido a las precipitaciones. En Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, se esperan tormentas que podrían ser particularmente intensas en ciertos puntos, lo que ha llevado a la declaración de alerta roja por oleaje.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) también ha activado alertas por lluvias, vientos y oleaje en las provincias de Almería, Granada y Jaén. Además, se prevé que la nieve llegue a las áreas montañosas de España el viernes, lo que dará lugar a heladas en varias zonas.
Para el sábado, se pronostican lluvias en las costas de Galicia y el Cantábrico, así como en algunas áreas de Baleares y Girona, donde las precipitaciones podrían ser en forma de nieve a altitudes de 1.800-2.000 metros. La nubosidad se mantendrá en gran parte de la Península durante la tarde.
El viento seguirá siendo notable, con rachas fuertes, especialmente en Cantabria, Tarragona y áreas costeras del mar de Alborán. Aunque el temporal de olas disminuirá, se mantendrán las alertas en Galicia y Cantabria.
El domingo se espera una mayor estabilidad en los cielos, pero se anticipa que una nueva borrasca podría acercarse a la Península a lo largo del día. Es posible que esto desemboque en un aumento de las lluvias en Andalucía y el sur de Extremadura, mientras que en Galicia se prevén lluvias debido a un nuevo frente.
Las temperaturas aumentarán ligeramente durante el día, y los vientos serán moderados, aunque se espera un aumento en su intensidad por la tarde, especialmente en el sur de España. El oleaje persistirá en Galicia y Cantabria, que permanecerán en alerta por oleaje.