A falta de 20 días para el inicio del juicio, el hijo del actor Rodolfo Sancho afirma estar tranquilo, animado y con ganas de que empiece el proceso
En detención preventiva desde agosto pasado por el presunto homicidio y desmembramiento de Edwin Arrieta en Tailandia, Daniel Sancho ha roto su silencio. Será el 9 de abril cuando empiece en la Corte de Samui el juicio por el cual podría enfrentarse a la pena capital, aunque el hijo de Rodolfo Sancho asegura estar “convencido” de que la justicia tailandesa lo absolverá de los tres cargos que se le imputan.
El primero de ellos, homicidio premeditado -que la Fiscalía podría demostrar con hasta 50 pruebas, como los cuchillos y las bolsas de basura que adquirió, que sugerirían que el chef había planeado acabar con la vida del cirujano con el que mantenía una relación secreta desde hace un año-; el segundo, sustracción y documentación de la víctima, ya que el pasaporte del colombiano no ha sido hallado; y el tercero, ocultación del cadáver tras desmembrarlo, único cargo que ha reconocido ante el juez.
A falta de 20 días para el inicio del juicio -que se prolongará presumiblemente hasta el 3 de mayo y en el que declararán más de 50 testigos- Daniel ha asegurado que está tranquilo, muy animado y deseoso de que comience el proceso y de sentarse en el banquillo de los acusados.
Y es que, como reconoce, cree que se hará justicia cuando por fin se le escuche y está seguro de que será “absuelto” porque sostiene que actuó en “defensa propia” y espera aclarar “todas las falsedades” que se han divulgado en los últimos meses.
“Voy a demostrar lo que realmente sucedió”, ha afirmado, insistiendo en que la muerte de Edwin Arrieta se produjo tras una pelea que inició el colombiano cuando le dijo que no deseaba continuar con la relación, y que tuvo un “desenlace fatal” que él jamás hubiese deseado.