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“Confieso… Mi compromiso”

Esteban Ibarra

Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia.

ESTEBAN IBARRA

Presidente de Movimiento contra la Intolerancia y Sº.General del Consejo de Víctimas de Delitos de Odio y Discriminación

Cincuenta años de compromiso no son nada. Empecé a escribir sobre mí en el 2010 con la intención de acercar mi pensamiento y acción a quienes tienen interés en conocer los motivos y razones de mi proceder a lo largo de un compromiso que se extiende durante muchos años, casi desde comienzos de los años 70. Y lo hago parafraseando al insurrecto poeta chileno Pablo Neruda y su bello libro, “Confieso que he vivido”, texto que leí de joven cuando estuve privado de libertad en la cárcel de Carabanchel en 1975.

Considero llegado el momento de hablar en primera persona, algo que nunca he realizado para evitar que se piense que existe algún poso de vanidad en mi intención. Sin embargo estimo oportuno, ahora que hay gentes que se preguntan de dónde vengo y a donde voy, trasladar mi experiencia y motivación de forma directa, evitando que terceras personas, a veces con intenciones malignas, sean quienes fantaseen o, desde la desinformación y mala fe, se dediquen a falsear mi compromiso con la dignidad de la persona, los derechos humanos, la libertad, igualdad, tolerancia, justicia y la solidaridad hacia los oprimidos y las personas vulnerables.

Sin embargo, estas líneas no son una biografía, sencillamente son unos apuntes de una trayectoria considerable marcada por el pensamiento propio y un obrar desde la independencia, algo que suele generar hostilidades diversas, siempre originadas por quienes quieren tu instrumentalización o tu silencio. Es una contribución a la Memoria poliédrica de mirada plural, desde mi memoria, siempre en defensa de las libertades y derechos fundamentales, en unos momentos en que la participación de las personas, cada cual desde su perspectiva, puede ayudar a explicar lo que pasó desde su experiencia y matices personales, pues no existen “relatos únicos”.

Respecto de mi perfil privado considero que poco importa al interés social, no obstante avanzo unas notas. Nací en Madrid, hijo de catalán y madrileña, de raíces vascas, cartageneras y madrileñas,soy de esa cosecha del 54, muy fructífera como toda la década de los 50. Me crié en el seno de una familia de trabajadores, de ideas de izquierda, con abuelos republicanos y socialistas que sufrieron la guerra civil; en tiempos de la dictadura, mi padre era obrero del metal y colaboraba con CC.OO. Crecí en una casa con muchos vecinos, en una de las corralas del centro de Madrid, en el barrio de Lavapiés-Embajadores, casi un pueblo, con muchos niños y niñas de todas partes de España y amiguetes gitanos. Estudié en el Colegio Libre Lumen y después en el Instituto de Bachillerato Cervantes, todo una referencia hacia este gran hombre de país, a la sazón insuficientemente conocido. Mi adolescencia se alimentó con los acordes musicales de Serrat, Cecilia y la legión de cantautores que nos ayudaron a cambiar esta nuestra y Mi querida España.

Comencé a trabajar a los 14 años de botones, simultaneando mis estudios de Bachillerato en nocturno. He trabajado de administrativo, profesor de matemáticas, director deportivo, educador en comunicación,…hasta que profesionalmente, desde hace más de veinticinco años, dirijo los programas de sensibilización de Movimiento contra la Intolerancia, sus programas educativos y actividades, la Oficina de Solidaridad con la Víctima y el Informe Raxen. Soy autor de algunos libros que pusieron encima de la mesa la gravedad de los Crímenes de Odio; también de Apuntes Cívicos, Materiales Didácticos y Cuadernos de Análisis, y numerosos artículos sobre estos temas; tertuliano en distintas radios, durante nueve años en la SER con Iñaki Gabilondo, también en la COPE, y soy prolijo participante en medios de comunicación.

Académicamente estudié Ingeniería de Minas, dos cursos mediante una beca, hasta casi finalizar 2º curso que era selectivo en aquella época, hasta que el “espíritu y los hechos del régimen imperante me amenazaron con suma eficacia de bloqueo total”, a raíz de pillarme en una pintada con rotulador en los baños donde decía “Allende vive, Pinochet asesino”, lo que me hizo imposible continuar esta carrera. Después y tras el descoloque personal y familiar y una pequeña detención policial al respecto por la Brigada político-social, me matriculé e hice Ciencias Económicas, cursando la especialidad de Desarrollo y Estructura Internacional. Sin embargo mi conocimiento se ha desarrollado como autodidacta, en comunicación y radio, en Educación para la Tolerancia, y los Derechos Humanos y en el ámbito jurídico, criminología y victimología sobre los Delitos de Odio. En cuanto a mis aficiones deportivas, tengo varias, aunque prevalece el Baloncesto, deporte en el que estuve a punto de ser profesional, fue una perspectiva quebrada por la represión del franquismo, sin embargo competí hasta avanzada edad en alto rendimiento. También soy Entrenador Superior de Baloncesto y he dirigido un equipo de Primera División Nacional Femenino durante seis años. De mi familia prefiero no hablar por las constantes amenazas que recibe todo mi entorno, de quienes promueven el odio. Aunque todo el mundo conoce que mi mujer me acompaña hasta hoy en todo, desde el franquismo que ella también sufrió. Hasta aquí lo privado de mi perfil que pudiera tener algo de interés social.

Respecto de mi forma de pensar, puedo interpretar que me siento un profundo defensor de la dignidad intrínseca de la persona y de los derechos humanos. Nunca defendí dictaduras de ningún color, aunque algunos se sorprendan, ni tampoco proyectos de estado con matriz bolchevique, para más sorpresa de quienes especulan con ello. La raíz de mi pensamiento era y es, socialmente antiautoritario, ecopacifista, democrático profundo e integralmente federal. Esto último implica concebir la autonomía de la persona como piedra angular de mi concepción ciudadana basada en el acuerdo o pacto entre iguales. Entiendo con Teodor Adorno que en la civilización occidental participan por igual las ideas de “liberación” y de “dominación”, lo que nos lleva a una lucha constante en defensa de los oprimidos y de las gentes vulnerables. Todo es una cuestión de poder y riqueza que hay que redistribuir.

De ahí mi compromiso existencial con la defensa de un modelo político y social que haga viable el libre desarrollo de la personalidad, de las libertades y derechos fundamentales y del avance a través de la acción cívica continua, que no puede ser otro más que el derivado de una perspectiva de democracia participativa e intercultural a través del Estado social y de derecho que hoy se asienta en nuestra democracia constitucional que seguro hay que mejorar.. Una democracia que permita el desarrollo integral de las potencialidades humanas, que responda a las necesidades de las personas y que permita la libre manifestación de las peculiaridades del deseo sin dañar las libertades y derechos de todas las personas. Y para ello es necesario el valor de la Tolerancia, principio democrático de relación humana que profundamente defiendo según la acepción moderna establecida por la UNESCO, es decir como respeto, aceptación y aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y maneras distintas de manifestar nuestra condición humana, siempre en armonía con la  dignidad intrínseca de las personas y sus derechos inalienables. La Constitución española es un marco de concordia que lo posibilita.

Entiendo que a neofascistas, identitarios, populistas y totalitarios, aquellos que están en campaña permanente contra mí persona y me difaman, calumnian e injurian en internet y otros ámbitos, para nada les va a gustar  este Blog, pero mi compromiso con los valores democráticos y los derechos humanos está muy por encima de todos estos que aprovechan las posibilidades de anonimato para denigrarme en internet, redes sociales y panfletos digitales. A ellos solo un mensaje, es tiempo de demandas contra la difamación y querellas criminales por injurias y calumnias; todos en su momento irán conociendo las acciones legales pertinentes; todos tendrán que asumir la responsabilidad de sus palabras y actos, como poco a poco va sucediendo.

En consecuencia, comienzo sin más prolegómenos, esta CONFESIÓN que transciende los calificativos profesionales de comunicador, analista, y experto en estos temas, aunque para quienes quieran curiosear sobre la trayectoria de mi compromiso y personalidad, está este Blog, con la finalidad que diría el filósofo Walter Benjamin, de conocer el árbol por sus frutos. Solamente una advertencia y es que más allá de lo que aquí cuento no aconsejo ir mentalmente, dado que se podría incurrir en deliberadas fantasías muy alejadas de la realidad, situándose en el escenario de los que solo aspiran a falsearla y mentir, por lo que tendrán que responder por ello. Se especula y divulgan informaciones falsas en internet sobre mi compromiso y actividad contra la dictadura franquista. Sólo una consideración al respecto, no tengo inconveniente en precisar mi activismo, siempre congruente con la Declaración Universal de Derechos Humanos, ante una necesaria Comisión de la Verdad que alcance a este periodo. Todas las demás especulaciones y todas las mentiras sobran.

Así pues, en verdad, CONFIESO que muy joven participé en el movimiento estudiantil antifranquista, desde los 15 años, con tan mala suerte que me detuvieron en dos ocasiones. Fue la Brigada Político Social de la dictadura, la primera sin consecuencias pero no la segunda, especialmente dura y fui preso político en Carabanchel. Imputado como tal, nunca declaré ante juez alguno, ni fui condenado en juicio y a los pocos meses, en diciembre del 75, salí en libertad tras la muerte de Franco. He recibido por ello del Ministro de Justicia del Gobierno de España, la reparación moral por ser víctima del franquismo en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, donde se acredita que padecí “persecución y prisión por razones político ideológicas, siendo injustamente procesado, sin las debidas garantías, por un tribunal ilegítimo” (sic), referido al tribunal tristemente conocido como el TOP (Tribunal de Orden Público). Mi mujer detenida y presa en el mismo periodo, también recibió este reconocimiento. En fin, para mí y tantos otros, sobre todo para los que pasaron años de enormes condenas, torturas e incluso perdieron la vida por traer la libertades a España; para toda persona objetiva, en modo alguno la dictadura fue un “régimen de placidez”, al contrario, fue un régimen que reprimía, torturaba, encarcelaba a la oposición, disparaba a las protestas sociales y políticas y hasta el último momento ejecutó fusilamientos.

Reconocimiento oficial como Víctima de la dictadura franquista en 1975.

Además CONFIESO que durante la difícil Transición a la democracia no perdí la determinación de seguir luchando por las libertades y derechos fundamentales impulsando, desde la independencia partidista, la movilización ciudadana, liderando como vicepresidente, desde comienzos del 76 una de las primeras Asociaciones de Vecinos de la época, en Arganzuela, que se crearon en España. En este periodo, al comienzo de la Transición, luché a tope por lograr la Amnistía General para todos los presos encarcelados por el franquismo y en una de las manifestaciones donde participé, en el centro de Madrid, unos miembros de la banda nazi de los Guerrilleros de Cristo Rey asesinaron a mi amigo y compañero del servicio militar, el estudiante de psicología Carlos González. Vivimos aquellos tiempos muy duros y criminales que tuvieron su momento álgido en lo que ha sido considerado la semana más trágica, violenta y tensa de la transición española, en enero del 77, cuando se produjo la matanza de los abogados de Atocha.

CONFIESO que una vez lograda la amnistía general, decidí postergar mi ausencia de compromiso partidista para promover el Partido Republicano Federal Socialista (PRFS), inscrito legalmente en el Ministerio de Interior de la época; contacte con republicanos en Francia y tenía por objeto impulsar una organización política que aspiraba a ser continuadora del espíritu progresista y proudhoniano de Francisco Pi i Margall, presidente de la I República Española. Lo formamos un grupo muy joven y animoso, excelentes militantes que recibimos de Dª María de Letre, viuda del ministro del Gobierno Republicano en el exilio, Eugenio Arauz, un legado firmado por el abogado republicano federal Abel Velilla, para dar continuidad, modernizando el proyecto pimargalliano. Viví y alcancé una buena formación federal en Barcelona donde conocí y estudié al profesor Antoni Jutglar, biógrafo de Pi i Margall.

No obstante CONFIESO que unos años después y tras el fracaso del proyecto del PRFS, retorné a Madrid y volví a matricularme en Ciencias Económicas, participando de nuevo en el movimiento estudiantil que se opuso a la Ley de Autonomía Universitaria y al Estatuto de Centros de Enseñanzas Medias. Y fue un 13 de diciembre de 1979, cuando morían por disparos de la Policía, que aún mantenía su costumbre de disparar a las manifestaciones, los compañeros José Luis Montañés y Emilio Martínez que participaban en la protesta estudiantil. Pocos días después los fascistas asesinaban a nuestra compañera de enseñanza media, Yolanda González, militante del PST, buscándola en su casa, secuestrándola y disparándole en la cabeza, para abandonar su cuerpo en una cuneta. A raíz de esos hechos trágicos, junto a otros jóvenes estudiantes creamos los Colectivos para la Autonomía del Movimiento Estudiantil (CAME) y en el aniversario de la muerte de José Luis y Emilio, preparamos la proyección de un documental denominado “13 de diciembre” . El día de su proyección, la policía con sus viejas prácticas vino a detenerme de madrugada cuando dormía, afectando a la salud de mi hija de poco más de tres años, que tuvo que ser atendida de urgencia en le hospital. Después de tres días en la DGS, salí sin cargo alguno y el juez exclamó: ¡¡Todavía no sabe la policía que rige la Constitución y hay libertad de expresión!! Fue un período extraordinariamente duro, hasta el 23-F, marcado por los ataques de una ultraderecha que quería impedir con su violencia la llegada de la democracia. En la Universidad sufrimos y nos enfrentamos a continuas agresiones de ultras.

Posteriormente, CONFIESO, que durante el año 81 cofundé, junto a otros eco-pacifistas y libertarios, la revista Germinal que tuvo una vida efímera, un total de 4 números en apenas dos años, y después promoví la creación de Onda Verde Vallekana, situada en este legendario barrio junto a los compañeros y amigos del colectivo ecologista “El Bulevar”. Un tiempo después surgirían y cristalizarían dos proyectos, uno el de Onda Verde, primera emisora eco-pacifista en Madrid, de carácter participativo y defensora de los Derechos Humanos, donde estuvieron los conocidos Iker Jimenez, Faimino y Cansado y muchas otras caras de referencia del periodismo y del teatro actual. Posteriormente nacía otro proyecto, Radio Vallekas, una emisora de fuertes raíces ciudadanas en este barrio tan emblemático. Durante esta década impulsamos en España el movimiento de radios libres y comunitarias, junto a Radio Klara, Radio Guiniguada, Radio Actividad, Radio Lupa, Radio Enlace, Radio Puça y otras tantas buenas emisoras amigas con quienes trabajé intensamente, siendo su representante en la Federación Europea de Radios Libres (FERL) y en la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), organizaciones de las que fui fundador y vicepresidente durante varios años. Y para organizar la formación de los jóvenes dinamizadores de estas emisoras sociales y no lucrativas, promoví el Centro de Estudios “Juventud y Comunicación” desde donde incorporamos el espíritu de Paulo Freire y la práctica de la comunicación popular de Mario Kaplun.

Es más, CONFIESO que en ese periodo (80-90) fui un activo militante eco-pacifista, siempre independiente, que movilicé todo lo que puede contra la entrada de España en la OTAN y también por la disolución de los bloques militares, incluyendo el Pacto de Varsovia, así como en iniciativas con objetores de conciencia frente al servicio militar, movilizaciones para frenar la carrera de armamentos y la implantación de los misiles nucleares. Participé en todo tipo de coordinadoras y marchas anti-Otan, en manifestaciones y actividades del momento, incluida la lucha por la Paz en el Mediterráneo, teniendo la suerte de conocer a importantes intelectuales del pacifismo y la ecología como Manuel Sacristán. Una lucha que se amplió a la defensa de la libre orientación sexual e identidad de género, contra la homo y transfobia, desde las primeras movilizaciones que se realizó en España, en Barcelona y Madrid. Actividad que compartí en mi trayectoria, especialmente con mi mujer, en defensa de los derechos y la igualdad de género. Un compromiso que sigo defendiendo y que sostiene una visión basada en un desarrollo humano, ecológico y sostenible, no nuclear, con enfoque de derechos humanos y que también incluye el derecho al respeto y buen trato a los animales y la armonía con la naturaleza. El mismo compromiso que me ha llevado a participar en las movilizaciones contra las guerras en Irak y Libia que se realizaron en España.

CONFIESO que a comienzos de los 90 participé intensamente con el INJUVE en la campaña “Combate al Racismo”, promovida por el Mº de Asuntos Sociales que dirigía nuestra amiga y compañera Matilde Fernandez, siendo el inicio de mi actual dedicación. También coordine la campaña “Democracia es Igualdad” de gran impacto mediático. Después impulsé la creación del proyecto de sensibilización escolar “Jóvenes contra la Intolerancia”, como presidente de Onda Verde, en coordinación con Juan Mari Bandrés,presidente de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), Francisca Sauquillo, presidenta del MPDL (Movimiento por la Paz, del Desarme y la Libertad) y el colectivo Iuventus, con la finalidad de promover los valores democráticos, en especial el valor de la Tolerancia entre adolescentes y estudiantes. Con posterioridad participé e impulsé nuevas campañas contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia a nivel nacional, autonómico y local.

Además CONFIESO que cuando coordinaba las campañas “Jóvenes contra la Intolerancia” y “Democracia es igualdad”, un grupo neonazi vinculado a Bases Autónomas, asesinó a la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez, e hirió gravemente a otro de sus compañeros, disparándoles a quemarropa en un inmueble abandonado, en la discoteca Four Roses, en Aravaca, al grito de “limpiemos España de negros e inmigrantes”. Tras este bárbaro crimen que nos recordó que el neofascismo criminal también estaba presente en nuestro país, tomé la decisión y lideré a mis compañeros para crear lo que hoy es Movimiento contra la Intolerancia, con el deseo y compromiso de trabajar por cerrar las puertas al racismo y al nazismo que asomaban trágicamente su barbarie en España, como antes lo había hecho en Europa. En la actualidad, la hija de Lucrecia, Kenia trabaja en Movimiento contra la Intolerancia junto a otras víctimas de los delitos de odio.

También CONFIESO que nuestra actividad más importante, la cual animo todo lo posible, es el trabajo escolar, que consiste en visitar a centros educativos para la realización de Jornadas Escolares de Prevención de la Violencia, el Racismo y la Intolerancia, donde se promueve la sensibilidad en favor de los derechos humanos, la tolerancia y los valores democráticos. Es así que en los últimos años, desde las diversas delegaciones de la asociación, nuestros educador@s visitan entorno a un millar de centros educativos en toda España anualmente, alcanzando una cifra de participación de adolescentes en actividades de sensibilización, cercana a cien mil escolares por año, a través de los programas que nos financian las instituciones públicas. Tras crear esta ONG y desarrollar nuestras primeras iniciativas de impacto social, recibimos el cariño democrático de muchas gentes, las instituciones y el apoyo de la mayoría de los partidos por este compromiso sincero y profundo con los Derechos Humanos y la Convivencia en Tolerancia. De esa primera etapa tengo en especial estima, el Premio otorgado por la Fundación Profesor Manuel Broseta, asesinado por ETA, que recibimos tras dar nuestros primeros pasos de activismo contra el terrorismo y la intolerancia.

CONFIESO que conocí a comienzos de los 90 a Violeta Friedman, superviviente de Auschwitz, impresionándome la lucha que libró contra el referente y líder de los neonazis europeos, León Degrelle y el logro de una sentencia histórica en el Tribunal Constitucional, luchamos juntos para cambiar el Código Penal en 1995, cuyo magistrado ponente fue Francisco Tomás y Valiente, años después asesinado por ETA. Desarrollé una gran amistad con Violeta y la nombramos nuestra referencia esencial, proclamándola Presidenta de Honor de Movimiento contra la Intolerancia. Durante muchos años recibí su cariño, enseñanzas y su legado de memoria vivida en el Holocausto para invitarnos a trasladarlo a las futuras generaciones de jóvenes. Un compromiso de memoria y lucha contra el antisemitismo y los Crímenes de Odio que mantengo vivo y renovado, año tras año, hasta el último aliento de mi vida.

Además CONFIESO, que desde el inicio de la asociación hemos ayudado a varios millares de víctimas de la intolerancia y los crímenes de odio, promoviendo una Oficina de Solidaridad, impulsando en los juzgados la Acción Popular contra la impunidad frente de quienes cometen Delitos de Odio, apoyando a las familias de las víctimas y en general, a personas vulnerables como inmigrantes, personas sin hogar, homosexuales y trans, gitanos y otras personas víctimas que sufren los zarpazos criminales de grupos neonazis o de fanáticos extremistas por cruzarse en su camino. Logramos que este problema entrara en las agendas institucionales y de forma incesante reclamamos hasta conseguirlo, la creación de Fiscalías Especiales contra los Delitos de Odio y Discriminación, consiguiéndolo. También de organismos como la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio (Mº Interior); creando organizaciones como el Consejo de Víctimas de Delitos de Odio y Discriminación y la Red Europea contra los Crímenes de Odio, así como diversas Plataformas para intervenir. Reivindicamos la creación de un Observatorio del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE); hemos colaborado en el desarrollo de legislaciones por la Igualdad de Trato y No Discriminación. Durante estas dos décadas, he asumido la acción popular ante los Tribunales de Justicia, conforme a la decisión de nuestra entidad, personándonos en casos de crímenes odio terribles y defendiendo a víctimas como Ricardo Rodríguez, Aitor Zabaleta, Antonio Micol, Dnombele, Beatriz Agredano, Carlos Palomino, Miwa Buene… y a otras personas, y muchos jóvenes como David González y David Martín, asesinados, Rafa Santamaría, con muy graves secuelas y tantos otros que sufrieron la intolerancia criminal; una acción popular que hemos realizado también contra organizaciones neonazis como Hammerskin, Blood and Honnor, Frente Antisistema, Ultras-Tala, Alerta Judiada, y líderes de referencia como Pedro Varela, u otras organizaciones de otro signo como el Moviment Independentista a Catalunya, defendiendo la sanción penal de sus conductas de odio.

También CONFIESO que desde los primeros pasos de Movimiento contra la Intolerancia (inicialmente Jóvenes) nos movilizamos contra el terrorismo,tanto de ETA como de cualquier otro signo. Fuimos promotores de la expansión de concentraciones de respuesta a los atentados en numerosas ciudades, especialmente tras los asesinatos de Gregorio Ordoñez, Tomás y Valiente, Miguel Ángel Blanco, Fernando Mújica, Fernando Buesa, José Luís López de la Calle, Joseba Pagazaurtundua… en una iniciativa que extendimos a todas las víctimas del terrorismo durante la criminal estrategia de odio referida a la «socialización del sufrimiento», mediante nuestra reacción a las 24 horas de cada atentado con el lema “No Mataras” en concentraciones y donde extendimos como símbolos las “Manos Blancas” y el “Basta Ya” que fueron consignas que nuestra asociación popularizó y que luego otros convirtieron en organizaciones hoy ya agotadas. De nuestra mano vino un compromiso cívico de movilizar pacíficamente, sin partidismo alguno, en las principales ciudades españolas. En todo el mundo se conoció como se promovía este sentimiento desde la base ciudadana contra el terrorismo, siempre desde un fundamento democrático y pacifista, propiciando un modelo de respuesta cívica muy diferente a las proclamas ultras y antivascas que caracterizaron las etapas anteriores y también, frente al marcado partidismo que dominó la etapa posterior, tras los cambios políticos. Y con ello, la construcción d euna amistad sincera con bastante de sus familias. He trabajado con tesón desde Movimiento contra la Intolerancia para promover la “deslegitimación” de la violencia y la condena del terrorismo, inculcando la cultura de paz y derechos humanos, especialmente entre los adolescentes, mediante programas de sensibilización y una labor de información a la opinión pública muy intensa a través de los medios de comunicación. Desde este fundamento participamos en las movilizaciones tras el terrible atentado del 11-M , contra el terrorismo yihadista, evitando caer en posiciones de islamofobia, inculcando socialmente, junto a mis compañeros, que igual que dijimos “ETA no, vascos sí”, había que decir “Al Qaeda no, respeto al islam”.

También CONFIESO que poco mas de mediados de los 90 pusimos en marcha el conocido Informe RAXEN, en realidad el primer Observatorio que compila, monitoriza, alerta y denuncia la intolerancia relacionada, como indica el acrónimo de su denominación, con el racismo y xenofobia, así como otras manifestaciones de antisemitismo, islamofobia, neofascismo, homofobia, transfobia, misoginia, aporofobia… siempre a través de los hechos, advirtiendo a la opinión pública de su gravedad y neutralizando el falso discurso de las “tribus urbanas” que oculta miles de agresiones motivadas por intolerancia. Además hemos denunciado la presencia ultra en el fútbol, en las webs, foros y redes del odio en Internet, como viveros del extremismo y espacios de adoctrinamiento neonazi, impulsando la creación de un Observatorio del que formo parte y asesorando la creación de la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, cuya aplicación ha dado buenos resultados.

CONFIESO que he trabajado en promover la eliminación de la pena de muerte, desde antes de la Constitución, en toda normativa jurídica en España, y de igual manera, en impulsar las moratorias como paso necesario para su erradicación mundial. Realizamos una fuerte campaña por la libertad de Joaquín José Martínez, junto a su familia, contando con un gran apoyo de los medios de comunicación, teniendo finalmente un final feliz. Declaro mi apoyo al movimiento feminista y en especial a la lucha contra la violencia de género, cuya crueldad infinita necesita del compromiso de tod@s para su total erradicación. A este respecto nos personamos como acusación popular en el brutal crimen de odio misógino que acabó con la vida de de la joven Beatriz Agredano, en Madrid, cuando aún no existía una legislación específica contra la violencia de género, con cuya familia llegué a tener una gran amistad durante la lucha judicial, cariño que aún mantengo. También he participado con intensidad en el impulso desde la asociación al apoyo a víctimas de la violencia protagonizada por jóvenes mediante grupos urbanos, como las bandas latinas, y a las víctimas de violencia realizada por menores, como a las familias de los asesinatos terribles de Sandra Palo en Madrid y Clara García en San Fernando, entre otros dramas no menos terribles, movilizando a la opinión pública hasta lograr reformar las deficiencias más graves de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, todavía insuficientemente mejorada.

No puedo dejar de CONFESAR que participé y me esforcé todo lo que pude en la campaña por la extradición y procesamiento del dictador Augusto Pinochet, apoyando al juez Baltasar Garzón que reclamó su detención para juzgarlo por las muertes de ciudadanos españoles ocurridas en Chile durante la dictadura. Todo un símbolo en la Justicia Universal que ha de ser implacable con los genocidas y los crímenes de lesa humanidad. También he participado en los apoyos al pueblo gitano durante estas décadas, cada vez que sufrían situaciones de extrema intolerancia ó persecución en países europeos, y en algún caso, también en el nuestro. De igual forma con las personas discapacitadas, cada vez que he tenido la oportunidad de expresarlo y de participar en acciones solidarias. Sin olvidar mi compromiso con el asociacionismo y sindicalismo democrático del personal militar y de cuerpos y fuerzas de seguridad, especialmente con SUP, AUGC y AUME, sindicato de Mossos y otros, en su justa lucha en defensa de la dignidad y derechos democráticos.

Además CONFIESO que soy agnóstico pero con grandes amigos católicos, musulmanes y judíos, a los que respeto, aprecio y apoyo frente a la intolerancia religiosa que nos amenaza, compartiendo el derecho a la libertad de convicciones con la necesaria defensa de una sociedad laica. Entre las amistades que me honran se encuentran amigos inmigrantes, homosexuales, gitanos y otros tantos ciudadanos de bien, y debo hacer especial mención del antropólogo y exdirector de CEMIRA, Tomás Calvo Buezas, del presidente de Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia , de quienes me considero su alumno en la lucha contra el racismo y la intolerancia. Participo desde su creación en el Consejo para la Promoción de la Igualdad de Trato y la no discriminación de personas por el origen racial o étnico, y en todas las derivadas afectadas al respecto, promoviendo el voluntariado de derechos humanos, desde la junta directiva de la Plataforma del Voluntariado de España así como el apoyo a otros colectivos que necesiten de la solidaridad ciudadana.

También CONFIESO que mi acción y pensamiento lo he divulgado a través de colaboraciones en numerosos medios de comunicación de radio, prensa y televisión, por internet, realizando decenas de artículos, monografías, materiales didácticos y escribiendo libros como Tiempos de Solidaridad, Los Crímenes del Odio, La España Racista, Intolerancia, no gracias, La Europa Siniestra y Stop, Violencia. Declaro que durante todo este tiempo las instituciones democráticas, públicas y privadas, han valorado nuestro esfuerzo como Movimiento contra la Intolerancia y hemos recibido numerosos reconocimientos de mérito, mas de una treintena, entre ellos la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, la Cruz de Plata a la Solidaridad Social y la Cruz de Isabel la Católica.

Y como no, CONFIESO que no paro. Desde Movimiento contra la Intolerancia creemos en el asociacionismo cívico como fundamento de la participación y desarrollo democrático y estamos impulsando la Plataformas contra la Islamofobia, la Discriminación por Edad, contra el Antisemitismo, somos miembros del Pacto por la Convivencia junto a instituciones diversas religiosas y aconfesionales, INACH, de organismos de solidaridad con afrodescendientes, pueblo gitano, redes de organizaciones de mujeres y LGTB y otros colectivos sociales como los Baháis…y en especial con el pequeño tejido asociativo en España con el que impulsamos la Plataforma Si, Hay Futuro. No puedo olvidar los avances en los que participamos en el marco del Consejo General del Poder Judicial en la lucha contra el discurso de odio, y con el OBERAXE de la Secretaría de Migraciones con programas novedosos como el Pandora para apoyar en hospitales y centros de salud a víctimas de crímenes de odio y tantas iniciativas alrespecto, significativaente con impulso Ciudadano compartiendo el Observatorio de la Violencia Política en Cataluña que nos permite conocer los sucesos de Hispanofobia.

Finalmente CONFIESO que lo que nos ha sobrado han sido alguna que otra zancadilla y dificultades para realizar nuestra labor; también que he recibido agresiones, intentos de atropello, amenazas de muerte en internet, hostigamiento continuo de neonazis… y en el extremo opuesto del arco ideológico, de otros intolerantes totalitarios, como los “revolucionarios” que me enviaron un paquete bomba tras las movilizaciones contra el terrorismo coincidiendo con el 2ª aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco que aún persisten; todo ello me ha provocado tener que disponer en diversas ocasiones de protección policial y perder bastante libertad. Sin olvidar el daño permanente que causa a mi familia, siempre en vilo. Paradójicamente y así está reconocido, he sido víctima del franquismo, además de víctima del terrorismo, y ahora víctima de los neonazis. ¡Qué más puedo pedir! Sin embargo, confirmo que me siento querido por la ciudadanía, apoyado por la sociedad y las instituciones, valorado y respetado por los partidos, sindicatos, medios de comunicación y ONG´s, democráticos y en efecto… bastante odiado por quienes son enemigos de la convivencia, la tolerancia y los derechos humanos.

Si me preguntan cuales fueron mis mejores días en esta trayectoria personal, socialmente o politicamente hablando se entiende, recuerdo como un gran día el fallecimiento de Franco, en cuanto que nos habría un horizonte de libertad para una futura España democrática; y cómo no, el día de la caída del muro de Berlín, en tanto que implicaba la derrota de una realidad del comunismo totalitaria que dañaba al mundo y también el día de la liberación de Mandela que nos anunciaba el final y la superación política de regímenes racistas, para el que conseguimos, como homenaje y memoria, que una plaza de nuestro querido barrio de Lavapiés, lleve su nombre, tras una acción movilizadora que logró poner como nombre a un espacio sin otorgar, la Plaza de Nelson Mandela.

En fin, he de decir que la mayoría de estos momentos los he compartido con mi mujer, Montserrat Moreno, igual de víctima de la dictadura, del terrorismo, de los totalitarios y de los neonazis que yo mismo. Agradeciendo a toda mi familia amplia que vivió y vive zozobras, inseguridades y temores. Y a todos con los que en este tiempo me acompañaron en la lucha, a cientos de compañer@s, a todos ell@s mi agradecimiento por el tiempo que estuvimos compartiendo las tareas del compromiso ,en especial a los que se unieron y mantuvieron firmes en el tiempo pues, como expresó Bertolt Brecht, los que lucharon un mes fueron buenos y los que aún están y luchan siempre, saben que resultan imprescindibles; también, como en todos los grupos humanos, hemos vivido tensiones lógicas, abandonos y alguno hasta ha tenido delirios y alucines de los que mejor no hablar, a estos últimos no les deseo nada negativo, solo espero que hayan abandonado el campo de la solidaridad social porque esto no es lo suyo.

Éticamente estoy moderadamente satisfecho con lo realizado, aunque espero hacer mucho más y en especial conseguir para nuestro país una Ley Integral de Protección Universal de la Víctima del Delito de Odio, que impida el sin sentido de la intolerancia en nuestra España plural, diversa, tolerante y democrática; he vivido largos momentos de soledad, de insuficiente apoyo institucional, incluso de déficits insolidarios de comprensión social, lo que no me ha importado gran cosa como corredor de fondo resistente, tan solo pretendí obrar conforme a la razón y mi conciencia, para avanzar en la difícil andadura de la libertad y la igualdad de derechos y del respeto a la dignidad humana, asumiendo como dijo el poeta Machado, aquello de “todo pasa y todo queda …caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de pisar..”, por lo que confieso que he luchado, aunque espero con determinación mantener mi compromiso hasta el último aliento de mi existencia.

Quedan explicada y clara mi motivación y experiencia. Dejo para más adelante el detalle de lo mucho que hay que contar desde una mirada con base en una memoria biográfica de verdad porque ahora no es el momento; ahora es tiempo de seguir trabajando en defensa de la dignidad humana, los valores democráticos, la ciudadanía intercultural y los derechos humanos, frente a la amenaza constante de la infección neonazi, del totalitarismo de todo signo y del integrismo yihadista.

Solo me resta animar a todos/as mis compañeros/as, a todas las personas que nos apoyan, a que sigan con el aliento en esta gran tarea, pese a las dificultades, pandemias y decepciones, para superarlas con alegría y recordarles que es importante ser parte, participar en la Historia, protagonizando esa corriente de gentes que traen y hacen progresar los objetivos y metas que realmente cuentan para la Humanidad y que en definitiva son el compromiso resumido con el artículo primero con la Declaración Universal de Derechos Humanos: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia deben comportarse fraternalmente los unos con los otros» y en las frases del bello poema de Miguel Hernández …Para La Libertad:

Para la libertad, sangro, lucho, pervivo

Para la libertad, mis ojos y mis manos

Como un árbol carnal, generoso y cautivo (…)

Retoñarán aladas de savia sin otoño,

reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.

Porque soy como el árbol talado, que retoño

y aún tengo la vida.

Espero que la lectura de esta narración sirva para animar al compromiso. Un abrazo fuerte.

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