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A juicio Imanol Arias y Ana Duato, actores de ‘Cuéntame cómo pasó’, por fraude a Hacienda

Cuéntame como pasó | EP

La Fiscalía solicita hasta 32 años de cárcel para los interpretes involucrados en el caso Nummaria

La Audiencia Nacional inicia el juicio del caso Nummaria este martes, con los actores Imanol Arias y Ana Duato entre los acusados, junto a otros treinta individuos, por presuntos delitos contra la Hacienda Pública.

La Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado solicitan alrededor de 30 años de cárcel para ambos actores y también para el productor de la serie Cuéntame como pasó y marido de Duato, Miguel Ángel Bernardeu, y la hermana del actor Ana Isabel Arias Domínguez, por presuntamente haber evadido impuestos a través de un despacho de abogados Nummaria dedicado supuestamente a construir y mantener una estructura jurídico-económica destinada a tal fin.

En concreto, Anticorrupción reclama para Duato 32 años de cárcel, mientras que Arias se enfrenta a 27 años de prisión. Por su parte, la Abogacía del Estado que representa a la Agencia Tributaria en el procedimiento pide similares penas: 28 años para ambos y multas que suman aproximadamente 16 millones de euros.

Fianzas colectivas superiores a los dos millones de euros

Según un calendario provisional elaborado por el tribunal, se espera que la vista oral se alargue hasta el mes de septiembre durante aproximadamente 24 sesiones.

En el auto de apertura de juicio oral, acordado en julio de 2020, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, Ismael Moreno, imponía a Duato una fianza solidaria junto con otros tres acusados de más de 2,5 millones de euros en orden a la eventual indemnización a la Hacienda Pública por el IRPF defraudado correspondiente a los años 2010, 2011, 2012, 2014, 2015, 2016 y 2017.

En cuanto a Arias, el magistrado le imponía también fianza solidaria junto con otros seis acusados por valor de algo más de 2,4 millones de euros por el IRPF dejado de abonar entre los años 2010 y 2015.

“Ocultar la acumulación de patrimonio”

El juez Moreno concluyó que el despacho Nummaria creó una estructura de sociedades “cuya única finalidad era la de evitar la tributación de los ingresos generados por su actividad profesional y mantener oculto el patrimonio acumulado de los beneficios que ésta les generó”.

El escrito de acusación del Ministerio Público se dirige también contra cuatro entidades como responsables civiles y coloca en el centro de la trama para evadir impuestos al propietario del despacho Fernando Peña.

Según Anticorrupción, Peña creó un entramado de sociedades españolas mientras controlaba múltiples sociedades en Inglaterra, Costa Rica, Canadá, Uruguay o Luxemburgo para evitar que se detectaran las actividades ilícitas que realizaba bajo la cobertura de la asesoría fiscal.

Esas sociedades, en número superior a 200, se utilizaban “tanto para facilitar la opacidad de las operaciones del despacho Nummaria, como para entregarlas a los clientes que deseaban emplearlas para la realización de las actividades ilícitas” investigadas en la causa.

Los integrantes del despacho eran conscientes de que esas estructuras iban a ser utilizadas para realizar actividades delictivas, según recuerda el Ministerio Público. Además, buscaban esa opacidad tanto frente a la Hacienda Pública como frente a otras terceras personas físicas y jurídicas que ostentaban algún derecho de crédito contra los encausados.

El escrito añade que las estructuras societarias creadas eran prácticamente idénticas para todos los clientes afectados del bufete Nummaria. La finalidad de las mismas, en la mayor parte de los casos, era evitar la tributación por el Impuesto de Sociedades o el IVA de las sociedades operativas españolas o, en el caso de las personas físicas, por el IRPF.

Fraude durante seis y siete años

En concreto, para el actor Imanol Arias, Nummaria creó una estructura que le permitió ocultar al fisco parte de sus rentas, principalmente procedentes de su participación en la serie de televisión Cuéntame cómo pasó. De acuerdo con el escrito de Anticorrupción, las cuotas presuntamente defraudadas en su IRPF ascenderían a 2,7 millones de euros.

Por este motivo, al actor se le imputan en total seis delitos contra la Hacienda Pública, todos ellos referidos al pago del IRPF de los años comprendidos entre 2010 y 2015, ambos inclusive.

Por su parte, según el escrito de Fiscalía, la actriz Ana Duato defraudó la cantidad de 1,9 millones de euros a Hacienda, y se le imputan siete delitos fiscales relacionados también con el IRPF. En su caso en dos periodos: el de 2010-2012, y el comprendido entre 2014 y 2017.

En cuanto al cerebro del entramado, Fernando Peña, que habría defraudado 15,7 millones de euros, la Fiscalía le acusa de 68 delitos por los que se le piden 298 años y 9 meses de prisión. Entre esos delitos se haya el de organización criminal, el de estafa procesal, un delito de falsedad de documento mercantil, dos delitos de insolvencia y decenas contra la Hacienda Pública.

El sistema de fraude fiscal de Nummaria

Según Anticorrupción, para controlar el sistema que permitía a clientes como Arias y Duato defraudar el pago de impuestos, el responsable de Nummaria contó con su hijo Pedro Ángel Peña Bello y los jefes de departamento José Luis Álvarez García (fiscal), Pedro Mena Regodón (contable) y Francisco Javier Gómez Gutiérrez (jurídico), quienes, de acuerdo a lo instruido, “actúan coordinadamente bajo la jefatura de Fernando Peña y con reparto entre ellos de funciones, manteniendo su ilícita actividad de forma permanente al menos desde el año 2005”.

El sistema que utilizaban mantenía en muchos casos oculta la titularidad de las sociedades, lo que evitaba contingencias fiscales por IRPF, así como las asociadas al reparto de beneficios desde las sociedades a sus accionistas (dividendos y asimilados) o posibles ganancias de patrimonio no justificadas derivadas de la tenencia y/o aportaciones de capital vía ampliaciones o préstamos desde las personas físicas a las sociedades operativas, según explica el instructor.

Para conseguirlo, evitaban que la facturación a clientes se hiciera desde las sociedades operativas, desplazando dicha facturación hacia sociedades sometidas al régimen de atribución o imputación de rentas, que finalmente consiguen simular la salida de España de las rentas sin tributación alguna en el país.

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