¿Qué pasó aquel día para que fuese mi último día?
Tenía que ir a mi trabajo como siempre, dejé a mis hijos en el colegio y continué hasta un pueblo cercano hasta la nave donde desde hacía muchos años trabajaba.
La mañana pasó y salí con tres compañeros para comer en el pequeño bar donde todos solíamos acudir. Mi vida era eso: trabajo, familia y las charlas que de una manera distendida teníamos los fines de semana.
Creo que fui sentenciado cuando di mi punto de vista y ninguno me siguió. Pero no fueron mis compañeros, estábamos vigilados por otros que escuchaban y calificaban.
Pasó el día y cuando cogí el coche me sentí observado, pero quería llegar a casa con mi familia lo antes posible y no pensé. Me paré para poner gasolina y en ese mismo instante noté un calor enorme en un punto de mi cabeza.
Y un frío que me helaba, además de un líquido oscuro que me inundaba y tapaba mis ojos y bajaba hasta mi boca. Era caliente y dulce.
Sólo unos instantes y me di cuenta de que todo estaba terminado: habían terminado con mi vida.
Vi a mi familia, mi pobre mujer con mis hijos, mi madre y mi padre… ¿y ahora qué? Yo ya no existía, ya no estaba con ellos, pero estaba tranquilo, mi verdugo sería capturado y sufriría las consecuencias de su terrible acto, pero no quería venganza, no sentía odio, sólo sentía mucha paz.
Después de años y desde donde me encuentro, rodeado de felicidad y amor, esperando a los míos, tengo que escribir esta carta a mis verdugos para pedirles PERDÓN.
Os pido PERDÓN, etarras, por haber existido, por tener ideas propias, por no sucumbir a los cantos de sirenas dirigidos para adoctrinar conciencias.
Pido PERDÓN por ser feliz amar a mi tierra sentirme español y orgulloso de serlo.
Pido PERDÓN por sentir que la mejor manera de vivir es respetar al otro.
Pido PERDÓN por no ser como mis verdugos, que con matar se erigían como justicieros de una falsa doctrina.
Pido PERDÓN por no brindar por la muerte de nadie.
Pido PERDÓN por no coincidir con quien aplaude.
Pido PERDÓN por quien firmó mi sentencia de muerte.
Quiero que os llegue mi PERDÓN.