Tanto la socialité como sus hijas, desoladas, no han podido contener las lágrimas durante la misa en honor al empresario
La crónica social del país se ha teñido de luto tras el inesperado fallecimiento de Carlos Goyanes, quien murió a los 79 años a causa de un repentino paro cardíaco mientras dormía en su residencia de Marbella. Este duro golpe ha impactado profundamente a su viuda, Cari Lapique, y a sus hijas, Caritina y Carla Goyanes.
Este pasado jueves por la tarde, tras la incineración y el entierro en la más estricta intimidad en el tanatorio de San Pedro de Alcántara, la familia celebró un emotivo funeral en la Capilla de la Inmaculada Concepción de Marbella para despedirse del productor.
Numerosos amigos y rostros conocidos se han desplazado hasta allí para acompañar a la familia en este complicado momento. Tanto la socialité como sus hijas, desoladas, no pudieron contener las lágrimas durante la misa en honor al empresario.
La ceremonia incluyó una emotiva actuación del grupo musical Los Alpresa. Miriam Lapique hermana de Cari acompañada por su hijo Felipe Cortina y su nuera Amelia Millán; el periodista José María García que era como un hermano para Carlos Goyanes con su hijo Luis García Fraile; Rosauro Varo sin Amaia Salamanca; la mujer de Julián López, El Juli, Rosario Domecq; o Isabelle Junot, entre otros.
La familia de Carlos Goyanes, unida ante el dolor
Pero sin duda todas las miradas han estado puestas en la familia del fallecido, que demostrando una gran entereza han recibido las condolencias de sus conocidos a la puerta de la iglesia, sin poder contener las lágrimas en el caso de una abatida Carla Goyanes que se derrumbaba al abrazar a la mujer de su primo Felipe.
Demostrando que la familia es una auténtica piña en este doloroso trance, y la especial relación que les unía a su abuelo, los nietos del empresario han querido estar presentes en su misa funeral. Los hijos de Caritina y Antonio Matos, Pedro y mini Cari, y el hijo mayor de Carla y Jorge Benguría, Santi, que inseparables de sus padres y de su abuela, daban su último adiós a su abuelo, al que estaban muy unidos.
Incapaces de articular palabra ante las cámaras porque, como ha revelado José María García, están destrozadas por lo inesperado del fallecimiento de Carlos, que se encontraba en un buen momento de salud y se cuidaba muchísimo, Cari Lapique abandonaba la iglesia acompañada por su hija mayor y sus nietos, seguida a pocos metros de una desolada Carla que, sacando fuerzas de flaqueza, se despedía de varios conocidos antes de subirse a la monovolumen en la que le esperaba el resto de su familia.