Mientras Federico se prepara para ser Rey, Genoveva opta por el silencio y la introspección
Dos meses después de que se difundieran imágenes de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca juntos en Madrid, las trayectorias de ambos han experimentado cambios notables. Mientras el hijo de la Reina Margarita se prepara para asumir el trono danés el próximo 14 de enero tras la sorpresiva abdicación de su madre, la mexicana parece mantenerse en un discreto segundo plano, sin mostrar intenciones de enfrentarse a la atención mediática.
Después de pasar varias semanas alejada de los focos en la residencia que Cayetano Martínez de Irujo posee en San Sebastián y, posteriormente, en un destino no revelado hasta el momento (se rumorea que viajó a Londres, donde residen sus hijos Luis y Amina, o incluso que regresó a su país natal, México, donde no es perseguida por la prensa), Genoveva regresó a Madrid para celebrar las Navidades con su familia.
A pesar de las especulaciones de que la socialité podría romper su silencio y enfrentar las críticas surgidas tras la revelación de su amistad con el Príncipe Federico -en Dinamarca la han tachado de ‘cazafortunas’ y la han comparado con Corinna Larsen-, parece que no ha tomado esa decisión. Mientras el Príncipe ha disfrutado de unas festividades familiares y se prepara para asumir el reinado como Federico X en dos semanas, Genoveva se mantiene en la sombra.
Totalmente aislada
A pesar de llevar más de 10 días en Madrid, Genoveva aún no ha abandonado su residencia cerca del parque del Retiro. Totalmente aislada, no ha recibido visitas de su círculo cercano, compuesto por Lydia Bosch, Patricia Cerezo o Nuria Roca. Las únicas personas que la han visto desde su regreso han sido sus hijos y su exmarido, con quienes compartió una Nochebuena melancólica.
El temor a enfrentarse al escrutinio público la ha llevado incluso a renunciar a pasear a sus dos mascotas, un imponente samoyedo blanco y un bodeguero bicolor, que se han convertido en sus principales apoyos en estos meses turbulentos. Ellos son la única evidencia de la presencia de Genoveva en Madrid, ya que el conserje de su edificio y su empleada del hogar se encargan de pasear a los perros en su lugar.
Ahora, con la noticia de que Federico y Mary Donaldson han superado el escándalo y están listos para convertirse en los nuevos Reyes de Dinamarca en tan solo 12 días, surge la incertidumbre sobre el futuro de Genoveva. ¿Emergerá y decidirá retomar una vida que ha estado completamente paralizada en los últimos dos meses? Aunque su entorno confía en ello, sugieren que su boca permanece sellada y que, por el momento, no tiene planes de hacer ninguna declaración sobre una amistad que, al parecer, ha quedado en el pasado.