ALFONSO PAZOS FERNÁNDEZ
Por lo que leo en las noticias en internet, el movimiento de jubilados que exigen que la pensión mínima sea de 1080 euros al mes, lleva 6 años manifestándose y reclamando por distintas vías que el gobierno de turno legisle el sentido de blindar las pensiones con ese mínimo.
Cómo no, las primeras manifestaciones y protestas se dieron en Bilbao y se han ido extendiendo por toda España.
Parece ser que las pensiones, o mejor dicho, las primeras pensiones, en España, aparecieron por el año 1883, pasando o ampliándose a distintos sectores hasta el año 1947. No obstante, es en el año 1963 cuando se promulga la Ley de Bases de la Seguridad Social y se implanta el modelo unitario que ha llegado hasta nuestros días, con cambios significativos, por supuesto.
Lo cierto es que esos cambios significativos han sido para peor, sobre todo en lo referente a la “hucha” de las pensiones. Ese dinero, ese ahorro que el Estado debe tener para poder hacer frente al pago de esas pensiones y que además puede y debe procurar unos buenos intereses.
¿Dónde está ese dinero? Pues hay que recordar que se utilizó para rescatar a los bancos y a las grandes empresas, y que unca se devolvió. ¡Lógico! El Estado le debía a los bancos y a las grandes empresas más dinero que el que se utilizó para rescatarlos. El Estado, el gobierno y los partidos políticos que estaban endeudados hasta las pestañas. Es que es muy fácil hacer política gastando lo que no se tiene.
Vamos a hacer unos números rápidos. En el año 2024 se han registrado 10.160.000 pensiones. Si a estos jubilados y pensionistas les añadimos las personas de entre 50 y 65 años, que son, según el INE, unos 12.000.000, tirando por lo bajo, nos encontramos con cerca de 22.000.000 de personas interesadas en que su pensión de jubilación sea digna y esté blindada, asegurada de por vida y que de igual quien gobierne este país.
En las últimas elecciones generales, el censo escrutado fue de 35.146.062 personas. El partido más votado, el P.P. obtuvo 8.091.840 votos y consiguió 136 diputados. El segundo partido más votado fue el PSOE con 7.760.970 votos y consiguió 122 diputados. VOX, la tercera fuerza, con 3.033.744 votos, consiguió 33 diputados y Sumar como cuarta, con 3.014.006 votos consiguió 31 diputados.
Entre estas cuatro fuerzas políticas suman esos mismos 22 millones de votos y 322 diputados de los 350 que tiene la Cámara Baja.
El problema de los jubilados es que confían en que el gobierno de turno les haga caso. ¡Van albardaos! Los políticos te escuchan y te prometen de todo en época electoral, pero después pasan de ti hasta dentro de cuatro años.
“Prometer hasta meter. Una vez metido (el ciruelo) se olvidó lo prometido.”
La única forma de poder lograr el objetivo de tener una pensión digna y blindarla, incluso modificando la Constitución, consiste en fundar un partido político que podría llamarse “Los zorros plateados”, porque en femenino queda feo, y somos lo suficientemente viejos para no hacer caso a los gilipollas de perroflautas y llamarlo “Les zorres plateades” que parece catalino.
Dos legislaturas, tres a lo máximo. Llenar la hucha de las pensiones y blindarlas, incluso modificando la Carta Magna, de tal manera que no se puedan utilizar esos fondos para nada más que para el pago de las pensiones. Utopía. ¡Sí! Lamentablemente es una utopía.
El primer problema es que hay que convencer a muchos jubilados para que dejen de votar a su partido de toda la vida, sea cual sea. Y eso es harto difícil. Intenta convencer a un casero del Goierri para que no vote al PNV o a Bildu y vote a los “Zorros plateados”. Y lo mismo puedo decir de los catalanes de la Lérida profunda o los gallegos de una aldea de Lugo.
El segundo problema reside en que para poder convencer a todos estos jubilados para que cambien el voto, y que ese voto es por el bien de las pensiones, se necesita el apoyo de todas las asociaciones de jubilados y personas mayores que hay en España. Miles. Miles de asociaciones que controlan a los millones de jubilados y pensionistas de este país.
Y ¿Por qué no van a colaborar? Pues muy sencillo. Porque todas ellas se mantienen a base de subvenciones del Estado, de la Comunidad Autónoma o de alguna administración, y saben que si se alían para derrocar a los partidos que gobiernan se quedan sin subvención y por lo tanto sin esa pequeña parcela de poder que los gestores de estas tienen.
Tan solo tienen una visión a corto plazo. Y son avariciosos con su pequeña cuota de poder. Me recuerdan a aquél que le ofrecieron 100.000 euros en el acto o, poniendo un tablero de ajedrez en la mesa, un euro hoy, dos, mañana, cuatro pasado mañana y así, doblando el monto cada día, hasta terminar los 64 escaques que tiene el tablero. Y eligió los 100.00 euros en el acto. Dejó de ganar miles de millones por no tener una visión a más largo plazo.
Así son nuestros jubilados y pensionistas.