El estrés continuado y la ansiedad provocan una ingesta desordenada
Existe una estrecha relación entre los trastornos de salud mental y la obesidad, ya que puede influir de manera significativa en el tratamiento de la enfermedad, según el jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario del Sureste de Madrid, el doctor Alfredo Alonso Poza.
“La salud mental puede influir de manera significativa en el desarrollo de la obesidad, y viceversa. La obesidad puede ser tanto causa como consecuencia de un trastorno metabólico”, explica el doctor Alonso Poza.
Según el especialista, trastornos como la ansiedad o los comportamientos obsesivo-compulsivos, que suelen aparecer en edades tempranas, pueden llevar a un desorden alimenticio. “El estrés continuado o la ansiedad provocan una ingesta desordenada, lo que contribuye al aumento de peso y, en muchos casos, a la obesidad”, añade.
El doctor Alonso Poza destaca que la relación entre salud mental y obesidad es un círculo vicioso que afecta gravemente la calidad de vida de los pacientes. “Cuando una persona ya es obesa, la baja autoestima y el deterioro de su imagen corporal tienden a empeorar los cuadros de ansiedad o depresión que provocaron la obesidad en un primer momento”, afirma.
Para abordar este problema, el doctor señala que es fundamental individualizar el tratamiento. “Cuando un paciente presenta trastornos como la bulimia, el tratamiento debe empezar por un especialista en psiquiatría, ya que es un trastorno psiquiátrico.
Sin embargo, si la obesidad es consecuencia de un estrés laboral o familiar, el paciente puede necesitar apoyo psicológico para controlar esa ansiedad”, puntualiza el cirujano.