El emérito recibió durante su estancia en España la visita de sus hijas
El rey Juan Carlos ha estado dos semanas en Sanxenxo, en la que ha sido su visita más larga en España desde que se instaló en Abu Dabi en agosto de 2020, según informa EP.
Un viaje que ha coincidido con la publicación de sus imágenes en actitud cariñosa con Bárbara Rey en 1994 en la terraza de la casa de la artista en Boadilla del Monte, y con la filtración de sus grabaciones sincerándose con la artista sobre asuntos de Estado, pero también sobre temas personales y en los que la Reina Sofía no queda bien parada y dejan al Emérito muy tocado a nivel público.
Ajeno a esta polémica que pone su figura en entredicho, el padre de Felipe VI ha disfrutado no solo de su pasión por las regatas -compitiendo en el Trofeo Xacobeo al timón de El Bribón, sino también del apoyo incondicional de su familia, que se ha desmarcado de la salida a la luz de su controvertido material con la vedette y no ha dudado en desplazarse a la localidad pontevedresa para estar a su lado.
Tras su encuentro privado en la Escuela Naval de Marín con el Rey Felipe, la reina Letizia y la princesa Leonor el pasado viernes 27 de septiembre aprovechando el viaje de sus Majestades a la costa gallega para asistir a la cena por el 40º aniversario de la promoción del monarca en la Armada, Don Juan Carlos ha recibido la visita de sus hijas las infantas Cristina y Elena, de su hermana la infanta Margarita, su cuñado Carlos Zurita, y sus sobrinos Alfonso, María Zurita, y Simoneta Gómez-Acebo.
El Bribón
Pero no solo su familia ha viajado a Sanxenxo para estar con el Emérito en este complicado momento, ya que también su biógrafa, la francesa Laurence Debray, se ha desplazado a la localidad pontevedresa para reencontrarse con él y ultimar los detalles de sus memorias, que llevarán por título ‘Reconciliación’ y que todo apunta a que verán la luz en 2025.
Tras alzarse con la victoria en el campeonato y lograr con El Bribón el cuarto título europeo en la división de Clásicos de la clase seis metros este sábado, y asistir a la cena de clausura del Trofeo Xacobeo en el Real Club Náutico de Sanxenxo acompañado por la infanta Elena y derrochando sonrisas, Don Juan Carlos abandonaba la localidad gallega este domingo.
Lo hacía en el asiento del copiloto de un coche conducido por su íntimo amigo Pedro Campos, saludando a la prensa con la mano y sin romper su silencio sobre sus imágenes y sus grabaciones con Bárbara Rey, dejando claro que su postura no ha variado en estas dos semanas y no tiene en mente dar explicaciones o disculparse por su actitud en el pasado.