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Dormir con la televisión encendida, ¿ritual de descanso o reflejo emocional?

Una televisión. | Flickr

FUENTES INFORMADAS desgrana los ocho aspectos clave que podrían explicar la peculiar manera de descansar

Millones de personas se sumergen cada noche en un ritual peculiar para dormir, acompañadas por el murmullo constante de la televisión hacia el mundo de los sueños, según informa El Economista.

Lejos de ser una simple costumbre, este hábito abre una ventana hacia los rincones más íntimos de nuestra psicología, revelando una serie de necesidades emocionales que van más allá del entretenimiento.

Pero, ¿por qué tantas personas se sienten tan cómodas bajo la suave luz de la pantalla y el eco de un programa nocturno? Aquí desgranamos los ocho aspectos clave que podrían explicar esta peculiar manera de dormir.

1. La incomodidad del silencio
Para muchos, la falta de ruido no invita a la paz, sino a la inquietud. La quietud puede resultar desconcertante, generando ansiedad. Al llenar el silencio con el ruido de fondo de la televisión, estas personas encuentran una forma de tranquilidad. Según expertos, este comportamiento no es una señal de debilidad, sino una estrategia para lidiar con la sobrecogedora calma de la noche.

2. Seguridad y compañía
La televisión encendida puede crear una atmósfera cálida y acogedora. Las voces familiares de los personajes de un programa y la tenue iluminación de la pantalla ofrecen una sensación de compañía que ayuda a quienes experimentan miedos nocturnos o ansiedad a sentirse seguros.

3. Los hábitos de los noctámbulos
Aquellos acostumbrados a vivir al ritmo de la noche pueden encontrar en la televisión un acompañamiento natural. Para estos noctámbulos, la luz y el sonido del televisor se integran en su mundo, reforzando su rutina y dándoles un contexto de normalidad en sus horas de vigilia.

4. Calmar mentes hiperactivas
Para las personas que no logran apagar sus pensamientos al final del día, la televisión puede ser el respiro necesario. El entretenimiento sirve de distracción para concentrar su mente en algo externo, facilitando el sueño y permitiendo que se liberen, al menos temporalmente, de sus inquietudes internas.

5. Combatir la soledad
La soledad se siente especialmente fuerte en la noche. En estos casos, el televisor se convierte en un refugio contra la falta de compañía, ofreciendo ruido y luz que simulan la presencia de otro ser. Este ritual ayuda a paliar los sentimientos de aislamiento y a encontrar una paz momentánea en noches solitarias.

6. Evitar sueños intranquilos
Para algunos, el televisor es una barrera que ayuda a frenar pensamientos que pueden convertirse en sueños angustiosos. El ruido actúa como un escudo para impedir que la mente divague en escenarios inquietantes y permite que el sueño sea más tranquilo.

7. Una vía de escape al estrés
El día a día trae consigo situaciones estresantes que, sin una vía de salida, pueden afectar el descanso. La televisión, con su ficción y entretenimiento, se convierte en una válvula de escape, disolviendo temporalmente las preocupaciones y allanando el camino para un descanso profundo.

8. Un ritual de sueño arraigado
El simple acto de encender la televisión y elegir un programa se ha transformado para muchos en un aviso para el cuerpo de que es hora de dormir. Este ritual, semejante a una canción de cuna moderna, señala al cerebro el momento de relajarse y preparar la transición al descanso nocturno.

En conclusión, la televisión no solo es una fuente de entretenimiento antes de dormir, sino un reflejo de las emociones y necesidades de muchos. La próxima vez que alguien elija dormir con la televisión encendida, recordemos que podría estar encontrando, en ese zumbido constante, un refugio emocional y un camino hacia la paz nocturna.

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