Anita, a la que muchos conocerán por su paso por dos programas de televisión, uno, ‘La isla de las tentaciones’, en el que mantuvo una infidelidad con un ‘tentador’ y levantó ampollas en su novio, el famoso José Carlos Montoya, y el otro ‘Supervivientes’, en que la televisión ha vuelto a juntarla con su novio y su amante.
El tirón de Anita es enorme y de eso se ha aprovechado T5, que la ha llevado a su programa ‘De Viernes’ para conocerla más a fondo y saber de su vida, tormentosa y descarnada, en la que ha pasado por la cárcel, ha sido maltratada y ha tonteado con las drogas. De todo ello habló en el programa con una serenidad asombrosa que desvela una mujer madura que sólo se rompió en lágrimas cuando se habló de su madre y de su abuela.
El relato de Anita lo recoge muy bien la periodista de Lecturas Conchi Álvarez de Cienfuegos. Recalca la periodista que su paso por ‘De viernes’ ha servido para conocer un poco más a esta joven madre y que relate aquellas vivencias que la hicieron ser más dura y que transformaron su carácter. Quizás, una de las peores tuvo que ver con los celos de la novia de otra presa, y que acabó con Anita agredida y sin poder pasar junto a su familia la noche de fin de año.
“Hubo una chica que medio se fijó en mí, pero yo la tomaba como una amiga”, empezó a relatar a los colaboradores del programa que deseaban conocer con más detalle aquello que la joven había pasado. “A las dos semanas y media vino su novia, que estaba de permiso, y se pensaba que yo me estaba liando con ella”.
Ese reencuentro de las tres mujeres en prisión provocó que saltaran chispas entre ella. Y es que la presa no creía la versión que le ofrecía Anita, en la que sostenía que a ella le gustaba los hombres y que la otra joven tan solo era una buena amiga.
“Un día hubo un ‘percal’. En el módulo, yo vivía hacia la izquierda y la novia de mi amiga hacia la derecha. Ese día, subiendo por las escaleras, ella me pegó por la espalda y yo me puse a chillar; así que vinieron los guardias”.
¿El resultado de ese encontronazo? Una amonestación para Williams que se quedó sin permisos durante un buen tiempo. Esta conducta fue considerada disruptiva y le cancelaron algunos de sus privilegios, entre ellos -y el más importante- las salidas a casa. Entonces Anita ya estaba finalizando su condena de cuatro meses, por lo que había empezado a disfrutar de esta clase de concesiones. Aquel año, y debido a esa agresión, la de ‘Supervivientes 2025’ se tuvo que comer las uvas de fin de año en la cárcel. “Prometí que a, partir de entonces, siempre las comería en mi casa con mi familia”, señala Álvarez de Cienfuegos en su crónica.
También se habló, claro de su amor Montoya, y reconoció que las relaciones se han roto.