Angelina Jolie cuenta lo difícil que fue su divorcio de Brad Pitt

Aunque la disputa legal por la bodega Château Miraval continúa, la actriz reafirma que su prioridad sigue siendo la paz emocional de su familia

En medio de la prolongada batalla judicial por la bodega francesa Château Miraval, Angelina Jolie ha revelado nuevos detalles sobre su divorcio de Brad Pitt. La actriz confesó que, en un intento por reducir los conflictos tras la separación, decidió ceder parte de su patrimonio al actor. La ruptura, según Jolie, fue “compleja en muchos aspectos” y la llevó a tomar decisiones difíciles con el único propósito de preservar la estabilidad familiar.

Jolie explicó que la cesión de bienes fue una estrategia para buscar tranquilidad en un momento emocionalmente devastador. «Le di el control de todos nuestros hogares familiares en Los Ángeles y en Miraval, sin compensación, esperando que eso lo tranquilizara en su trato conmigo después de un periodo difícil y traumático«, confesó la intérprete. La actriz también relató que, tras la separación, tuvo que encontrar un nuevo hogar para ella y sus hijos, enfrentando obstáculos financieros debido a la congelación de algunas de sus cuentas vinculadas al negocio del vino.

La polémica de la bodega

El conflicto económico se centra en la bodega Château Miraval, propiedad compartida que ambos adquirieron durante su matrimonio. Desde 2022, Pitt y Jolie mantienen un enfrentamiento legal por la venta de la participación de la actriz en la empresa. Mientras el actor sostiene que Jolie incumplió los acuerdos previos, ella asegura que no existía ningún pacto que la obligara a consultarle antes de vender, y que fue sometida a cláusulas restrictivas impuestas por su exmarido.

Las declaraciones de Jolie llegan en un momento en que el caso vuelve a tomar relevancia judicial. Con sus palabras, la actriz busca evidenciar la complejidad y el sufrimiento que rodearon su separación, así como el esfuerzo que hizo para proteger a sus hijos del impacto mediático y emocional del conflicto.

En todo momento, Angelina Jolie ha insistido en que sus decisiones fueron guiadas por el deseo de mantener el bienestar familiar y evitar que sus hijos vivieran una experiencia traumática. Aunque la disputa legal por Château Miraval continúa, la actriz reafirma que su prioridad sigue siendo la paz emocional de su familia, incluso si eso implica revivir uno de los capítulos más difíciles de su vida.