Los finales no siempre son fáciles. Andy y Lucas lo saben bien. Su historia comenzó en el colegio, unidos por la música y la pasión por crear canciones. En 2003, apenas con 20 años, decidieron lanzarse juntos a la industria musical. Tenían un sueño claro: emocionar al público. Y lo consiguieron. Durante más de veinte años, el dúo gaditano vendió millones de discos y se convirtió en la banda sonora de toda una generación.
Sin embargo, lo que empezó como una amistad inseparable terminó en tensiones públicas. La separación del dúo ha estado marcada por rumores y conflictos que los seguidores no podían imaginar. Desde la cancelación de conciertos hasta diferencias en los escenarios, todo alimentó la idea de que la relación entre ambos se había deteriorado. Los mensajes incendiarios y la publicación de nuevas canciones por separado, como el tema ‘Marioneta’ que Andy presentó recientemente en ‘El Hormiguero’, confirmaban que algo estaba roto, según El Mundo.
La primera vez que Andy habló abiertamente sobre el conflicto fue en el programa de Pablo Motos. Era su primera aparición en solitario, y no nombró directamente a Lucas durante la entrevista. “Se me hace raro decir solo Andy. ¿A ti también?”, comenzó Motos. “Todavía es raro. Son muchos años con la otra parte, pero ¿qué mejor sitio que empezar aquí?”, respondió el cantante, intentando mantener la calma.
El conflicto que todos esperaban salió a la luz cuando Andy relató los hechos ocurridos en Mérida. Según explicó, la tensión empezó en el escenario: Lucas estaba nervioso y agobiado, y Andy intentó animarlo. La situación se tensó hasta el punto de que se encararon tras el concierto. “Hubo una pelea. Lo que pasó no fue de amigos […] nos dijimos de todo”, contó Andy, dejando claro que aunque no hubo contacto físico directo, sí estuvieron al borde de una agresión. Incluso mencionó que “presuntamente” Lucas le habría lanzado una botella y que él terminó en el hospital debido a una lesión previa que se agravó con el enfrentamiento.
Andy admitió que el conflicto le afectó profundamente. “En aquel momento… me terminé de romper”, confesó. Su relato deja entrever que, detrás de la música y los éxitos, también hay relaciones humanas frágiles que no siempre sobreviven a la presión, los años y los desencuentros.