La pareja empezará a planificar su matrimonio una vez que el torero se retire oficialmente en octubre, según la revista Diez Minutos
Cuatro años después de que su relación se hiciera pública durante la pandemia de Covid-19, Ana Soria y Enrique Ponce están más felices que nunca. La pareja, que mantiene su historia de amor discretamente en Almería, sigue tan enamorada como el primer día.
Con Ana habiendo completado sus estudios de Derecho y Enrique preparándose para su temporada de despedida, parece que han decidido dar el paso de casarse. Según la revista Diez Minutos, la pareja empezará a planificar su boda una vez que el torero se retire oficialmente en octubre; la ceremonia civil, íntima, tendrá lugar en la tierra natal de Ana en la primavera de 2025, donde se darán el sí quiero ante sus seres queridos.
Aunque la almeriense ha negado dicha información en conversación con varios periodistas, asegurando que están “muy equivocados” y que no pueden estar saliendo a desmentir cada cosa que se publica sobre ellos, lo cierto es que su respuesta cuando Europa Press le preguntó por sus planes de boda tras la reaparición de Ponce en Nimes el pasado 17 de mayo es de lo más reveladora y deja entrever que algo podría haber de cierto en que quieren darse el ‘sí quiero’ en 2025.
“Fue una tarde muy bonita, estamos muy contentos y la verdad es que fue muy bonito que me brindase un toro. Mucha emoción porque fue algo muy especial y me hizo mucha ilusión. Y me sorprendió para bien la cantidad de gente que le quiere y cuánto le quieren”, reconocía emocionada al abandonar la plaza de la localidad francesa.
Un momento en el que quiso aclarar la polémica que se creó cuando borró algunas imágenes de Enrique de su perfil de Instagram, activando las alertas acerca de que algo no iría bien entre ellos: “Reorganicé mis fotos, quité muchísimas, pero siempre se fijan en lo que da la noticia. Yo he reorganizado mi cuenta mil veces, me dan manías, cambio fotos, las vuelvo a poner. Y sigo teniendo fotos con él, hay un apartado con él, en fin. Que, bueno, es por hablar”, ha asegurado, revelando que están muy felices y que, más que crisis, es todo lo contrario. Y buena prueba de ello es la presencia de sus padres en la reaparición de Ponce. “Son un equipo, mis padres lo quieren mucho a Enrique y Enrique a mis padres, claro que sí” ha revelado.
Sin embargo, Ana se resiste por el momento a confirmar si habrá o no boda en 2025. “Yo de mi vida ya tanto no puedo contaros, espero que lo entendáis, pero, bueno, muchas gracias. Estamos muy felices, muy contentos, pero no voy a daros detalles de nuestra vida privada, ya tanto no. No me gusta nada hablar pero entiendo vuestro trabajo”, ha afirmado con timidez, sin negar sus planes para darle el sí quiero al torero.