El torero y la joven viven alejados del foco mediático y construyendo una historia de amor que no fue nada fácil en sus inicios
Después de varios meses retirado de la vida pública, Enrique Ponce ha regresado a los ruedos este viernes en la plaza de toros para la Feria de Pentecostés de Nimes. Su regreso no ha sido en solitario, ya que ha estado más acompañado que nunca.
Ana Soria, junto a sus padres y su hermano, estuvieron presentes en este día tan especial para el torero. Sonrientes, aunque expectantes y nerviosos a su llegada, se dejaron ver en las gradas brindándole todo el apoyo que necesitaba en su retorno.
Tal y como ellos mismos han desvelado públicamente, Ana y Enrique viven alejados del foco mediático y construyendo una historia de amor que no fue nada fácil en sus inicios. La última vez que les pudimos ver juntos delante de las cámaras fue cuando ofrecieron su primera entrevista en televisión, en el programa El Hormiguero.
Enrique ha estado muy pendiente de su pareja, a la que le ha tirado la montera y esta le ha correspondido lanzándole un beso delante de todos los espectadores y también aplaudiéndole en algunos momentos.
Los padres de Ana se han dejado ver muy expectantes de Enrique, siguiendo cada paso que daba y además, disfrutando de un plan en familia que han querido capturar con algunos selfies.
Si hay algo que siempre han defendido públicamente es la buena sintonía que Enrique ha conseguido tener con los padres y el hermano de Ana, con quienes ha disfrutado de planes exclusivos que no han trascendido a la esfera pública, pero que en esta ocasión sí que hemos podido capturar.
