Mientras las redes ardían por el reciente vuelo espacial protagonizado únicamente por mujeres, Jessica Alba optó por girar la conversación: “¿Por qué tanta rabia hacia cinco mujeres que fueron al espacio y no hacia los abusos reales de poder?”
La actriz y empresaria estadounidense salió al paso de la polémica que ha rodeado la última misión de Blue Origin, la compañía aeroespacial de Jeff Bezos, liderada en esta ocasión por su pareja, Lauren Sánchez. El vuelo, de apenas once minutos, reunió a una tripulación femenina que incluía a figuras como la astronauta Amanda Nguyen, la científica de la NASA Aisha Bowe, la periodista Gayle King, la cineasta Kerianne Flynn y la cantante Katy Perry, según una información publicada en El Diario de Chihuahua.
Pero, en vez de aplausos, el viaje fue recibido con una avalancha de críticas en redes sociales. Se habló de “frivolidad”, “marketing innecesario” e “impacto ambiental”. Incluso celebridades como Amy Schumer, Olivia Wilde y Emily Ratajkowski se sumaron al coro de reproches.
Ante esto, Jessica Alba contraatacó compartiendo un mensaje de la analista política Ana Navarro: “He visto un sinfín de críticas a cinco mujeres por hacer lo suyo en el espacio. Deseo que la gente pusiera esa misma energía en denunciar sin miedo los abusos de poder de Trump”. Con este gesto, Alba no solo defendió la misión, sino que apuntó al fondo del problema: la doble vara con la que se juzga a las mujeres, especialmente cuando se salen del molde.
La periodista Gayle King, también parte de la tripulación, rompió el silencio para responder a quienes tacharon la misión de “caprichosa”. Recordó que la trayectoria fue la misma que recorrió el pionero Alan Shepard, y que nadie cuestionó entonces la utilidad del vuelo. “¿Por qué con nosotras sí?”, planteó.
King también explicó que el objetivo era investigar si los cohetes pueden ser útiles para transportar residuos fuera del planeta, como una posible vía para reducir la contaminación terrestre. “Explorar el espacio no significa darle la espalda a la Tierra”, zanjó.
El viaje de Blue Origin marca un hito: es el primero con tripulación exclusivamente femenina desde que Valentina Tereshkova viajara sola al espacio en 1963. Aquel hito soviético quedó como anécdota aislada durante décadas. Este nuevo paso, aunque breve en duración, reabre el debate sobre el papel de la mujer en la exploración espacial y en sectores dominados históricamente por hombres.
La reacción de Alba, con la mirada puesta en Trump, redirige la conversación a temas de fondo: por qué ciertas acciones generan tanta incomodidad cuando las protagonizan mujeres, y por qué otras, mucho más graves, apenas levantan cejas.