El exministro y diputado también tuvo un encuentro con Joseba García Izaguirre, empleado en Emfesa y hermano de Koldo, imputado en la trama con ingresos de billetes en cajeros por valor de 224.000 en dos años
ERNESTO EKAIZER/El Periódico de Catalunya
El exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, el ahora diputado del grupo mixto José Luis Ábalos, se reunió con su otrora chófer-“segurata”-asesor Koldo García Izaguirre, presunto comisionista en los contratos de venta de mascarillas a entidades institucionales (Ministerio de Transportes, Comunidad Autónoma de Canarias, Miniserio del Interior, y otros) en varias ocasiones entre los meses de septiembre y navidades o festividad de reyes, según información confirmada en fuentes conocedoras de algunas diligencias llevadas a cabo por la Guardia Civil. También se ha encontrado Ábalos con Joseba García Izaguirre, hermano de Koldo, empleado en la empresa Emfesa (Enajenación de Materiales Ferroviarios Sociedad Anónima), imputado en la trama, quien habría ingresado billetes de 224.000 euros en cajero bancario durante dos años.
Ábalos ha mantenido, empero, en diferentes entrevistas de los últimos días, que su relación con Koldo García Izaguirre “con el tiempo se va enfriando”. No es esa la información que han recogido los investigadores de la Guardia Civil. Hay que saber que Koldo y los miembros del grupo del que forma parte ha sido objeto de seguimientos y escuchas telefónicas autorizadas por el juez bajo secreto de las actuaciones.
En uno de esos encuentros -que habrían tenido lugar en restaurantes y cafeterías de Madrid y Levante- Koldo García compartió con su exjefe documentos, según otra fuente consultada por El Periódico de Catalunya.
El diputado explicó al anunciar su pase al grupo mixto este pasado martes que el aforamiento no impedía comparecer ante el juez de la jurisdicción ordinaria, en este caso el juez Ismael Moreno, titular del juzgado central de instrucción de la Audiencia Nacional a cargo del caso. Ábalos quería así replicar a quienes dentro del PSOE insinúan que se está protegiendo detrás del escaño para gozar del aforamiento, es decir, ser objeto, si afloran indicios contra él – hasta el momento no se conoce de su existencia- de una investigación de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, encargada de investigar y juzgar a los aforados.
Sin embargo, el artículo 118 bis de la ley de Enjuiciamiento Criminal establece que un diputado puede ejercitar su derecho de defensa ante un juez (ordinario) sin perjuicio de que sea aforado (71.2 y 3 de la Constitución, que requieren para inculpar o procesar a un aforado la previa autorización de la cámara). Pero se trata de una comparecencia voluntaria.
Ábalos podrá hacerlo si en la investigación el juez detecta indicios contra él y se dispone a elaborar una exposición razonada ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, la sala penal; en ese marco, en efecto, el diputado podría pedir declarar voluntariamente asistido de sus derechos en calidad de diputado. También podrá negarse si el juez, como ha ocurrido en algunas ocasiones, se lo ofrece (el juez José de la Mata se lo ofreció al diputado Pedro Gómez de la Serna, que pasó del Partido Popular al grupo mixto tras las elecciones de 2015 por presunto cobro de comisiones).
El exministro y diputado explicó también que la comisión presuntamente percibida por Koldo García se había hecho “a costa de las comisiones percibidas por los intermediarios” y también señaló que habrá que ver si el enriquecimiento de su excolaborador procedía de la operación de venta de mascarillas.
En cualquier caso, si los presuntos intermediarios hicieron sitio para compartir sus ganancias con Koldo García sería gracias a que al dar precio en el contrato ya calcularon el trozo de la mordida que iban a abonar al entonces colaborador de Ábalos.