Hoy: 26 de noviembre de 2024
La selección femenina de waterpolo de España se enfrenta este sábado (20.30) al desafío de conquistar su cuarto oro en un Campeonato de Europa, lo que marca un hito como el tercer título consecutivo, en la final que se celebra en Eindhoven, donde se medirá con la anfitriona Países Bajos.
Los éxitos del waterpolo español continúan marcando pauta. En este caso, la selección femenina se enfrenta a un nuevo reto: extender su dominio continental, algo logrado por muy pocos equipos en la historia. Equipos como Países Bajos, Italia y Rusia lograron ganar tres Europeos consecutivos, un logro ahora al alcance de España.
Las dirigidas por Miki Oca, vigentes subcampeonas olímpicas y mundiales, han atravesado un camino impecable en esta edición europea de 2024 hasta llegar a la final. Con cinco victorias sin oposición, derrotando a Francia (17-8), Israel (22-7), Italia (14-8), Croacia (17-6) y Grecia (13-5), estas dos últimas en cuartos de final y semifinales.
En estos partidos, España ha demostrado dominio tanto en ataque como en defensa, lo que mostró intensidad desde el primer parcial para imponer su ritmo y una calidad que persiste a pesar del paso de los años y las nuevas generaciones. Con más de una década bajo la dirección de Oca, la selección se mantiene entre las mejores del mundo, con la ambición de seguir cosechando éxitos.
La final de Eindhoven 2024 es la esperada por muchos antes de comenzar el torneo. La campeona de Europa se enfrenta a la campeona del mundo, con Países Bajos ganando sus partidos con la misma autoridad que las españolas, excepto en el sufrido encuentro de semifinales contra Italia (7-6), donde la defensa fue clave.
La repetición de la final del Mundial de Fukuoka 2023 brinda a España la oportunidad de buscar revancha ante las oranje, mientras que Países Bajos se enfrenta al desafío de conquistar el Viejo Continente y amenazar con convertirse en un equipo legendario de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024. Las entradas para el Pieter van den Hoogenband Zwemstadion están agotadas, y España deberá enfrentarse al apoyo enérgico de la afición local.