Hoy: 20 de septiembre de 2024
La ingesta de microorganismos benéficos promueve el equilibrio de la microbiota intestinal, lo cual puede estimular la respuesta inmunitaria del cuerpo frente a virus respiratorios, dada la interrelación entre el sistema digestivo y el respiratorio, según la gerente del área de Salud de FarmaSierra, la doctora Ana Ortiz.
“Actualmente existen probióticos específicos que, en cantidades suficientes, pueden mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal, corregir la disbiosis, estimular la respuesta inmunitaria y ser útiles para corregir la disbiosis a nivel de la mucosa respiratoria, con beneficios notables para la salud del huésped”, detalló la doctora Ortiz.
Según un estudio publicado en ‘Cochrane’, el empleo de estos microorganismos podría reducir en un 18 por ciento la tasa de incidencia de infecciones respiratorias altas agudas o acortar la duración promedio de un episodio infeccioso en 1,22 días. Los beneficios inmunomoduladores resultan especialmente importantes para aquellos con mayor riesgo de padecer infecciones graves por SARS-CoV-26.
Con la llegada del invierno y el consiguiente descenso de las temperaturas, se ha registrado un aumento significativo de infecciones del tracto respiratorio, como la gripe o la covid-19. Entre estas afecciones de las vías respiratorias altas agudas se encuentran los resfriados, la gripe y las infecciones de garganta, que generalmente se resuelven en un lapso de tres a siete días.
Estudios recientes señalan que el virus de la gripe se mantiene más estable en ambientes frescos y secos, y las bajas temperaturas debilitan las defensas nasales. Lo que explica por qué somos más propensos a enfermar en invierno.
“El sistema inmunitario es la defensa del cuerpo frente a microorganismos patógenos y sustancias extrañas o nocivas. A través de la respuesta inmune, este sistema reconoce, combate y se defiende de dichos microorganismos y de sustancias que causan enfermedades”, explicó la doctora Ortiz.
Los pulmones, una de las áreas más expuestas a patógenos (virus y bacterias), constituyen una entrada al sistema inmunitario de las mucosas, donde interactúan el sistema digestivo y respiratorio, dos entidades anatómicas con influencia mutua. Algo que da lugar al concepto del eje intestino-pulmón.
La alteración en la diversidad bacteriana intestinal puede perturbar el eje intestino-pulmón y debilitar la respuesta inmunitaria pulmonar. Esto aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y de garganta, así como la inflamación de las mucosas.
Por ello, la doctora Ortiz enfatiza la importancia de una dieta equilibrada, variada y saludable, con verduras como prioridad. Especialmente, las de hojas verdes. E insta a evitar alimentos procesados y el azúcar para fortalecer el sistema inmunitario. Recomendó también el consumo de alimentos fermentados como yogur, queso sin pasteurizar o kéfir, que son una forma sencilla de incorporar probióticos a la alimentación.
Además, resalta la importancia de la hidratación. Sugiere la ingesta de dos litros de agua al día, adaptada a factores como el clima o la actividad física. Asimismo, destaca la necesidad de reducir el estrés y priorizar el descanso, ya que una microbiota saludable contribuye a manejar mejor el estrés. Recomendó la práctica regular de ejercicio moderado, ya que es tan importante como la dieta y el descanso.
Por último, hizo hincapié en evitar contrastes bruscos de temperatura, usando prendas adecuadas para el frío y la humedad, y vistiendo varias capas de ropa liviana y abrigada. Sugirió complementar la dieta con probióticos específicos para favorecer el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, fortalecerlo y mantener en forma las defensas de las vías respiratorias altas.