Hoy: 10 de noviembre de 2024
La Pequeña Nube de Magallanes (SMC), una galaxia enana vinculada a la Vía Láctea, revela un intrigante secreto. En lugar de ser una galaxia única, está compuesta por dos minigalaxias más pequeñas. Este hallazgo desafía las teorías previas y ofrece nuevas perspectivas sobre esta estructura galáctica.
Cerca de 60 kiloparsecs de distancia, la SMC se ha convertido en uno de los laboratorios galácticos más estudiados debido a su singularidad en comparación con la Vía Láctea. Con menor metalicidad, se convierte en un valioso campo de pruebas para comprender la física del medio interestelar (ISM) en condiciones de baja metalicidad. El estudio del ISM, el gas y el polvo entre las estrellas, revelan características únicas que desafían las expectativas.
A pesar de su potencial como una sonda cercana para comprender la evolución galáctica, la estructura de SMC sigue siendo en gran medida desconocida. La distribución aparentemente desigual de estrellas de diferentes edades plantea interrogantes, donde las estrellas más antiguas muestran una distribución esférica, mientras que las más jóvenes exhiben rotación. Las interacciones pasadas con la Gran Nube de Magallanes (LMC) han perturbado posiblemente la estructura de SMC, lo que añade complejidad a su historia evolutiva.
Un equipo liderado por Claire E. Murray del Space Telescope Science Institute (STScI) utilizó datos de varios telescopios para desentrañar el misterio de SMC. Observaciones de emisiones de gas HI neutro y mediciones de velocidad radial proporcionaron claves cruciales. La combinación de datos del observatorio espacial Gaia, el Galactic Australian Square Kilometer Array Pathfinder y el estudio APOGEE reveló una compleja estructura galáctica.
El uso de un mapa de extinción del polvo permitió a los investigadores rastrear la posición relativa de las estrellas en SMC. Al combinar estos hallazgos con el método Rayleigh Jeans Color Excess, se estimaron las distancias y la disposición de las estrellas. Los resultados indican claramente la presencia de dos sistemas de formación estelar distintos, lo que plantea la posibilidad de que sean remanentes de galaxias únicas o resultados de interacciones con la LMC.
Este descubrimiento redefine nuestra comprensión de las galaxias enanas y destaca la importancia de explorar en detalle estructuras galácticas aparentemente simples. Los resultados, documentados en arXiv y aceptados en The Astrophysical Journal, abren nuevas líneas de investigación sobre la formación y evolución de galaxias en el Universo cercano.