Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Sacerdote madrileño Santiago Martín aprovecha que ya se acerca el aniversario del nacimiento de Jesús para dar una buena noticia a los creyentes franciscanos.
“En la Navidad de 1223, San Francisco de Asís, que no hacía mucho había regresado de Tierra Santa, decidió algo que años más tarde se convirtió en una hermosísima tradición: hacer una representación viviente de la Navidad”, enfatiza el párroco.
Martín precisa que el religioso vivía en ese momento en un convento en la Aldea de Greccio, Italia. “En una de las cuevas y con algunos campesinos, recreó un belén viviente”.
En la dramatización, continua explicando el párroco, “participaron una mujer, un hombre, un bebé, un buey, un par de aldeanos y pastores. Esta iniciativa se convirtió en una tradición que la familia franciscana ha mantenido durante 800 años”.
Para celebrar el octavo centenario del primer belén que se hizo en la historia, “el Papa ha conseguido que se pueda ganar la indulgencia plenaria a aquellos que visitan y rezan delante de un belén instalado en cualquier iglesia llevada por los franciscanos”, precisó.
Martín enfatiza que “es una buena oportunidad para ganar la indulgencia para uno mismo o para un difunto”. La fecha para pedir misericordia en las festividades navideñas son desde el pasado día 8 de diciembre hasta el próximo 2 de febrero.
“Hay un tiempo razonable para conseguir este importantísimo regalo que nos da la Iglesia”, añade el sacerdote español.
¿Cómo se puede ganar la indulgencia? “Cumpliendo las condiciones previstas: rezar el padre nuestro, el credo, oraciones por el Papa y sus intenciones, confesar o comulgar en gracia de Dios en el plazo de una semana previa o después a la representación”, indica Santiago Martín.
El papa Francisco ha puesto como condición que la plegaria se haga frente a un belén instalado en una capilla franciscana.
¿Qué pasa en las localidades que no hay iglesias franciscanas o que la persona no se pueda trasladar hasta allí?
El sacerdote informa que se ha elaborado un vídeo de oración que cumple los requisitos establecidos por la iglesia, “excluyendo la confesión y comunión que debe hacerse una semana antes o después”.
Santiago Martín establece que “la condición esencial para las personas que no pueden asistir a la iglesia franciscanas es que ofrezcan su sufrimiento y hagan un tiempo de oración viendo el siguiente vídeo”: